días, como por la especial relevancia que el pensamiento
humanista y el anhelo del saber propios de este periodo
dieron a la ciudad. Así, Salamanca, con sus palacios, conventos, casonas y plazas y con sus protagonistas, como
fray Luis de León o Francisco de Vitoria, pone de relieve
una época de especial impulso en la ciudad. Sin embargo,
sería injusto limitar la vida de la ciudad a esos momentos
gloriosos porque las ciudades no se construyen sólo de
tiempos prósperos.
Salamanca como espacio del conocimiento y del saber, ha
latido con diferente intensidad a lo largo de la historia; sin
duda, la búsqueda de ese saber constituye razón de ser pasada, pero también presente, en su inquietud con la cultura, con su dinámica Universidad y su reciente capitalidad
cultural.
La riqueza de su patrimonio histórico artístico, el color de
su piedra de Villamayor y su condición de ciudad viva,
propiciaron que en 1988 fuera nombrada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en 2002 Capital Europea de la Cultura. Gran parte de la vida de la ciudad gira en torno a la Universidad, sus estudiantes y curiosidades que le dan un aire cosmopolita y contemporáneo. Ese ambiente viene marcado por los extranjeros llegados de distintas partes del mundo para estudiar español,
la relación de la ciudad con América y el latir vivo y continuo de la ciudad.
Información turística:
Historia de la plaza Mayor de Salamanca