Los constructores
El aparejador a cargo de las obras, elegido por ser hombre
de confianza de A. Churriguera, fue Felipe Fernández
(apodado «cabeza redonda»). Felipe se llevó consigo algunos de los colaboradores más fieles de la obra de la Catedral Nueva. Se sabe poco de este aparejador, excepto
que murió antes de 1750. El segundo aparejador es Francisco Pérez de Estrada (figura en el Catastro de Ensenada
con edad de cincuenta años, luego comenzó la obra a la
edad de veinte y seis). Las cuadrillas se dividían en grupos jerarquizados.25 Los principales grupos eran tres:
canteros que trabajaban la piedra, los albañiles y los carpinteros. Entre los canteros que trabajaban la piedra, se
encontraban: los asentadores, los labrantes encargados de
hacer las piedras a escuadra, y los fijadores. Entre los albañiles se distinguían los oficiales de albañilería, encabezando cuadrillas de a ocho. En el gremio de los carpinteros se distinguían los aserraderos. Muchos de los canteros
y albañiles habían trabajado a las órdenes de Alberto
Churriguera en el coro y trascoro de la Catedral Nueva.
Entre los escultores a cargo de las obras de embellecimiento, cabe destacar al vallisoletano Alejandro Carnicero que se instala en la ciudad de Salamanca y colabora
con José de Larra (cuñado de A. Churriguera) en las tallas