JESUS GONZALEZ ROSADO Marzo 2015 | Page 17

El coste de los dos primeros lienzos (el denominado Pabellón Real y el de San Martín), se estimaba en unos 66 000 ducados. El orden de ejecución estaba justificado desde un punto de vista económico, el Pabellón Real (que ocupaba espacio abierto de la Plaza de San Martín) sería provechoso para el ayuntamiento debido a los contratos de arrendamiento de las casas posteriormente construidas; lo mismo ocurre en el Pabellón de San Martín (en régimen de co-propiedad con la Parroquia). La realización de estos dos pabellones supondrán ingresos periódicos al Ayuntamiento. No sería así en el Pabellón de Petrineros, edificado sobre un conjunto de parcelas en propiedad de particulares, así como en gran parte del consistorial. Se empezó por lo tanto por los lienzos más rentables económicamente a la ciudad, así como los potencialmente menos conflictivos.