20 Pedro Fernández de Retana
Las últimas palabras del capitán relajan los rostros de preocupación de los oficiales , que siguen su exposición inquietos y con indisimulada excitación .
— Señores — levanta la voz Zvika mientras camina por el estrado —, ante esta perspectiva , vamos a prepararnos para golpear a las bases sirias . En estos instantes se encuentra reunido el Gobierno y habrá tomado una decisión antes de las diez de la mañana . Hay dos opciones : atacamos los primeros con todas las energías o aguantamos para ver si se trata de un farol de los árabes . Si no hay una contraorden , el plan es que llevemos nosotros la iniciativa . Les dejo con el coronel , que les explicará los objetivos que tienen adscritos y las reglas de enfrentamiento .
Todos los presentes miran sus relojes y se percatan de que quedan dos horas y media para las diez .
— Ya han escuchado al capitán — dice el coronel —. Nuestros objetivos serán las bases sirias . Quiero que se repita lo que pasó en la guerra del sesenta y siete con los egipcios . Vamos a pillarles desprevenidos y destruir el mayor número de sus aviones en tierra , antes de que puedan despegar .
Con diligencia , los militares toman notas a sabiendas de que cada pormenor es vital para el éxito de la misión . Al mismo tiempo , en la pantalla se ilumina una diapositiva de un mapa de Siria con los aeródromos a bombardear , altitudes , rumbos y unas estrellas rojas que marcan las defensas antiaéreas que tienen que evitarse a toda costa .
— Apunten los objetivos . — El coronel hace una pausa y los oficiales se preparan para escribir los datos de la misión —. El