12 Pedro Fernández de Retana
tante extravagante que se hizo famoso al descubrir yacimientos de dinosaurios en los Balcanes . El aristócrata , a punta de pistola , asaltó con éxito un avión en Budapest para volar hasta Viena , huyendo del régimen prosoviético establecido en Hungría tras la Primera Guerra Mundial . Desde ese día y hasta los años sesenta fueron decenas los piratas aéreos que , por dinero , fama , motivos sentimentales o sencillamente por locura , se hicieron con aparatos en vuelo . Más tarde , la complejidad del mapa geopolítico dio paso a terroristas de diverso pelaje que vieron en los aviones un magnífico escaparate para exponer sus demandas , bajo el chantaje de destruir las aeronaves con todos los que iban dentro . En los setenta aparecieron en escena los combatientes árabes , que se especializaron en desviar aeroplanos tras encañonar a pasajeros y tripulantes . En la memoria queda el secuestro simultáneo de cuatro aparatos por terroristas palestinos en septiembre de 1970 , un acto donde no hubo que registrar víctimas , pero sí la voladura de los aviones en Jordania . Los bucaneros del aire le cogieron gusto al asunto y , aprovechando las escasas medidas de seguridad de los aeropuertos , cada dos por tres ocupaban las portadas de los periódicos con acciones espectaculares que , en varias ocasiones , terminaron en sangrientas operaciones de rescate , como en Entebe o Mogadiscio .
Sin embargo , hubo que esperar hasta la llegada del siglo XXI para que se produjese un hecho que cambiará la historia de la aviación comercial . El 11 de septiembre del 2001 , cuatro aviones fueron abordados por la fuerza en Estados Unidos , rompiendo todos los esquemas de la defensa nacional americana . El resultado : tres mil fallecidos en ese fatídico día y la destrucción de las emblemáticas Torres Gemelas . Eso hizo que ya nada fuese igual .