El asesor de la Casa Blanca aplicó lo que Donald Trump había comentado pocos días antes en New York, durante la Asamblea General de la ONU de levantar algunas sanciones contra Irán: siendo la adquisición de material médico, medicamentos, bienes relacionados con la seguridad de la población civil, mismos derechos podrían estar “cubiertos” por el “Tratado de Amistad, Relaciones Económicas y Derechos Consulares” firmado por Estados Unidos e Irán en 1995 cuándo gozaban de buenas relaciones.
Además de artículos relacionados con productos agrícolas y alimenticios y los servicios necesarios para la seguridad de aviación civil, mismos que no deben estar incluidos en las sanciones de Washington. El acuerdo nuclear firmado en 2015 también impuso límites e inspecciones al programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales siendo que se estados unidos reafirmaba su retirada en mayo a pesar de que el organismo internacional de Energía Atómica confirmó que Teherán lo estaba implementado en los términos establecidos.
La Corte de la Haya no exigió a Washington dejar sin efecto todas las sanciones, y aquellas que amenazan la seguridad aérea y de ayuda humanitaria por parte de Trump y Bolton, al no respetar instituciones multilaterales y el derecho internacional, propagando “la ley más fuerte”, poniendo en peligro una estructura mundial de seguridad que al término de la II Guerra Mundial ofreciera una plataforma para asumir responsabilidad de que “no gane el más fuerte si no el derecho”.
Las Naciones Unidas requieren reformas, cuando el Consejo de Seguridad se bloquea y se vuelve inoperante, no justifica pasar por encima de instituciones como la ONU pues los más fuertes debieran interesarse en presérvalas, colaborar con ellas. Siendo que en algún día se puede revertir, para remitirse al Derecho (Hermann, 2018).
Fig. 5 La Corte de la Haya tomado decisiones.
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