Introducción
Horward Gargner define la inteligencia como la capacidad de
resolver problemas.
Cada persona desarrolla
diferentes
inteligencias, aportando al cerebro diferentes habilidades
desde el momento en que nacemos, pero en potencia van a
combinarse
distintas
de
manera
razones,
absolutamente
(necesidades,
intereses,
personal,
según
estimulación
y
motivaciones).
Aquellas inteligencias menos desarrolladas podrán lograr un
nivel adecuado de competencia, su estimulación y factores en
relación a educación dependerán de la familia y cultura según
el entorno en el que se vive.
Las
inteligencias
siempre
se
interactúan
entre
sí,
muy
necesarias para la realización de las diferentes tareas de la
vida cotidiana.