Hoy, por primera vez en mi vida
estoy disfrutando un 24 de diciembre
una navidad sin hallacas,
aunque con la compañía
de mis seres queridos
Me acompañan
mi papá y mi mamá
desde el infinito,
mis hermanos y mis hijos,
presentes y virtuales
Sin hallacas, no es exacto;
mi sobrina me trajo algunas,
no tienen el sazón de las de mi mamá,
no tienen el sabor acostumbrado,
aunque tienen el amor con que se dieron
Las de mi mamá eran especiales,
los que llegaron a gustarlas aseguran
que la sazón andina con que las hacía
mantenía la tradición de la familia;
es posible que consiga algunas parecidas
Pero con exactitud puedo decir hoy en día
que después de la muerte de mi mamá
no existe alguien vivo que las prepare como ella;
puedo encontrar en mi terruño
algunas similares, pero no iguales
Aragua de Barcelona, 29-12-16
COMPAÑIA