Se habla mucho sobre la familia, los lazos que la unen son muy fuertes, aunque no indestructibles: existen familias como la mía donde esos lazos nunca se rompen, sus raíces son tan fuertes como Pepita y Manochico las forjaron.
Quico, Emilia, Ernesto, Marina, Eyilde, Lusmila, Raiza, Luis y Alexander.
Nuevas semillas, tnsformadas en troncos, varias de ellas produciendo nuevas semillas, transmitiendo la pujanza iniciada con Ezequiel y Edelmira por un lado y Ernesto y Nacha por el otro.
Tengo varios sobrinos, y después sobrinos-nietos y posiblemente sobrinos-bisnietos; es una consecuencia del tiempo y de la edad, y de la actividad procreadora de mis sobrinos.
Cada uno de ellos se ha transformado en su propio árbol y dado sus frutos, son las ramas colaterales inherentes a todo árbol, todos ellos son hermosos, con ramas y con frutos bellos, destinados todos a ser compartidos dentro del amor de la familia.
Es hermosa la familia, hay amor, hay confianza, está reunida aunque la distancia y el tiempo la separen.
Los poemas que presento se refieren sólo a mi familia directa e irradian todo el amor que siento por mi familia ampliada,
FAMILIA
Quico Calderón