• Ingredientes naturales, innovadores y funcionales toman protagonismo en las etiquetas.
La industria de alimentos procesados es una de las más activas y estratégicas en México. De acuerdo con la Secretaría de Economía, este sector cuenta con más de 187,000 oficinas, plantas manufactureras y centros de distribución que operan a lo largo del territorio nacional y emplean a más de 792,758 mexicanos.
En los últimos años, nuestro país se ha posicionado como el 3er productor de la industria de alimentos procesados en América y el 2º proveedor de alimentos procesados de Estados Unidos; mientras que a nivel interno el consumo de este tipo de alimentos alcanzó una cifra de 114.6 millones de dólares y se espera que crezca un 5% en el periodo 2017 a 2021.
Ante un acelerado crecimiento y mayor demanda de comida lista, los productores de las principales categorías como panadería, lácteos, confitería, cárnicos, salsas, aderezos, botanas, galletas y cereales requieren mejores insumos para ofrecer una propuesta de valor a sus consumidores, además de satisfacer sus necesidades orientadas a la salud y el bienestar.
Asimismo, los fabricantes de alimentos procesados han tomado conciencia del grave problema de salud que enfrenta México, ya que el 14% de la población de adultos mayores de 20 años padece diabetes mellitus de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y según un estudio realizado por la Universidad de Michigan, una tercera parte de la generación de mexicanos nacidos a partir de 2010 tendrá diabetes.
De esta forma, las empresas centran sus esfuerzos en la investigación y el desarrollo, piezas fundamentales para destacar en un competitivo mercado y ganar la preferencia de sus públicos meta cada día más exigentes con la calidad de los productos que consumen.
TENDENCIAS E IINOVACIÓN
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