Autos híbridos con motor eléctrico y de combustión interna.
Automóviles cuya propulsión está basada en gas natural que genera menos contaminantes que la combustión de gasolina. Las posibilidades de utilizar gas como fuente de energía son altas, especialmente en Norteamérica, en donde los descubrimientos de gas shale y su aplicación se vuelve muy atractiva por su bajo costo de operación. Los motores
a diésel, que hoy tienen una combustión de alta eficiencia y un bajo consumo, tienen rendimientos de hasta 35 millas por galón, por ejemplo los modelos Passat y Jetta.
Automóviles impulsados por un motor eléctrico como el Nissan Leaf y el i3 de BMW
El término se refiere más comúnmente al vehículo híbrido eléctrico, que combina un motor de combustión interna y uno o varios motores eléctricos. Otros tipos de sistemas de propulsión híbridos incorporan una celda de combustible, supercondensador, motor de aire comprimido o batería inercial, en combinación con un motor de combustión o eléctrico
Automóviles de celdas de combustible.
Generan energía a través de una reacción
química entre el hidrógeno y el oxígeno. Amigables con el medio ambiente al sólo expulsar agua por el escape. Basta con mirar la alianza entre Daimler, Ford y Nissan, quienes pretenden desarrollarlas y tenerlas listas en 2017.