66
de aproximadamente el 46 %. Si bien este es el número más bajo de la
última década, se debe tomar en consideración que 2014 fue un año
muy difícil, sobre todo debido a la operación Margen Protector durante el verano, por lo que el número de casos de violencia en 2015, es más
o menos igual a 2011, y, en comparación a 2013, la disminución es de
alrededor del 26 %.
Dicha disminución es más notable en el modus operandi en todas sus variantes, especialmente el uso de armas (más del 60 %) e incendios, (más del 50 %), y en cuanto a los casos sin armas, también,
amenazas y actos de vandalismo. Con relación a los objetivos, la más
notable disminución fue en los casos contra sinagogas (en un 70 %!) y
hacia individuos, cerca del 50 %), así como contra las escuelas y centros comunitarios, y, el más alto número de incidentes registrados, fueron perpetrados contra cementerios y monumentos conmemorativos.
Habría tres principales razones para explicar el decrecimiento de
hechos antisemitas: En primer lugar, el aumento de las medidas especiales de seguridad tomada desde los acontecimientos de enero de
2015 en París, (en las oficinas de Charlie Hebdo y el supermercado
Hypercacher donde fueron asesinadas 17 personas), y el ataque de febrero contra la gran sinagoga de Copenhague. Dichas medidas, se intensificaron después de los hechos sangrientos de París en noviembre,
en los que 138 personas fueron asesinadas y cientos resultaron heridas.
Instituciones judías y no judías, que pueden ser consideradas objetivos potenciales, han sido mejor y más estrechamente salvaguardadas,
y las agencias de inteligencia han reforzado su nivel de vigilancia y de
coordinación internacional. De ahí la constante disminución de los casos
violentos, en paralelo con el aumento de la seguridad, se da el menor
uso de armas y de provocación de incendios. Esto explica también, el
aumento de ataques hacia cementerios y monumentos conmemorativos,
que son menos protegidos por la propiedad comunal y la privada.
En segundo lugar, la ola de más de un millón de inmigrantes que
circulan por Europa (principalmente musulmanes de Oriente Medio,
África y Afganistán), ha atraído la atención de la extrema derecha, en
el llano y en los medios sociales. La principal preocupación de la derecha, es lo que consideran una amenaza cultural, demográfica y social
de lo que esa inmigración puede constituir, por lo que observan en sus