InfomaTEC la revista de la desigualdad | Page 20

Las recomendaciones estándar para prevenir la propagación de la infección incluyen lavarse las manos con regularidad y cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar. También es importante evitar el contacto cercano con cualquier persona que presente síntomas de enfermedades respiratorias, en especial tos y estornudos. En la actualidad no existe una vacuna ni tratamiento antiviral específico para prevenir o tratar la infección por el COVID-19. La única metodología probada para prevenir la infección es evitar la exposición al virus; por tanto, las personas no infectadas (a excepción de los profesionales de la salud con la protección debida) deben evitar el contacto con personas afectadas. En general, las personas infectadas por COVID-19 deben recibir un tratamiento de apoyo en función de su presentación clínica, es decir, para ayudar a aliviar los síntomas en casos relativamente leves o para garantizar la función respiratoria en los casos más graves.

DESARROLLO

“Las crisis son ocasiones, oportunidades de primer orden para auditar nuestras formas de vida, explorar las causas que la activaron y abordar el presente y el futuro desde una nueva mentalidad.” - Francesc Torralba.

El SARS:

He aquí una breve cronología del SARS: la enfermedad se describió por primera vez en noviembre 2002 en la provincia de Guangdong, en el sur de China. Estuvo contenida en ese país, en donde se describieron 305 caos de esta infección respiratoria febril antes de que, en febrero de 2003, se presentaron los primeros casos en Hong Kong, afectando en gran medida a trabajadores de la salud. En marzo de 2003, ya tres laboratorios habían identificado el agente viral y, al poco tiempo, siete grupos habían secuenciado su genoma. Del brote de Hong Kong a la aparición de casos en Vietnam, de nuevo afectando personal de salud, transcurrieron escasos días; Singapur y Tailandia vinieron después, en una larga lista que para mayo de 2003 incluía 29 países de Asia, Oceanía, América del Norte, África, y Europa (España, Finlandia, Francia, Italia, Irlanda, Polonia, Reino Unido y Suecia) (21). Un caso importado probable en Colombia, y otro en Brasil fueron luego desmentidos, aunque nuestro país hizo algunos preparativos de bioseguridad (22). Tal vez lo más enigmático del SARS fue la forma como desapareció: el último caso se presentó en Toronto en junio de 2003, ocho meses después del primer paciente en China (23). Las autoridades sanitarias aducen que esto se debió a la efectividad de sus controles sanitarios, pero la posibilidad de una atenuación progresiva del virus ARN de cadena única, podría ser una explicación alternativa (16).

Es importante destacar que varias aerolíneas ya suspendieron de manera temporal todos los vuelos a China y otras áreas con índices altos de infección debido al brote de coronavirus. En general, las aerolíneas están adoptando una serie de medidas para prevenir la propagación de la enfermedad mortal.

Las personas infectadas por COVID-19 muestran un amplio espectro de síntomas, que van desde una enfermedad leve similar al resfriado o la gripe hasta una dificultad respiratoria grave e incluso la muerte. Los síntomas típicos incluyen tos, fiebre, acortamiento de la respiración y dificultades para respirar. Aunque son necesarias más determinaciones, los síntomas han aparecido en tan solo 2 días o hasta 14 días después de la exposición al coronavirus. Este rango es similar al que se observa con el periodo de incubación de los virus MERS; sin embargo, el COVID-19 es diferente del coronavirus que causa MERS o SARS. A pesar de esto, los análisis genéticos preliminares sugieren que el nuevo virus surgió de un virus relacionado con el SARS.

La posibilidad de contraer el COVID-19 es baja para las personas que no están ubicadas en un área donde se experimenta propagación del COVID-19, o para aquellos que no han viajado desde una de dichas áreas o no han estado en contacto cercano con alguien que se siente mal. El riesgo se vuelve más grave para aquellos que se encuentran en un área donde se experimenta un brote del COVID-19; dichas personas deben seguir los consejos emitidos por las autoridades sanitarias nacionales y locales. Aunque el COVID-19 sólo causa una enfermedad leve en la mayoría de las personas, el virus puede enfermar de gravedad a algunos individuos y en un porcentaje menor de casos, la enfermedad es fatal. Las personas mayores y aquellas con afecciones médicas preexistentes (como presión arterial alta, problemas cardíacos o diabetes) parecen ser más vulnerables.