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Impacto del Cambio Climático en Latinoamérica.
Por Pedro José Araujo D.
El cambio climático es una amenaza clara y terrible para
América Latina y el Caribe. Una amenaza en la que la región
ha tenido poco o nada que ver en su gestación, pero de la
que ya es parte importante de la solución.
Los desafíos que plantea el cambio climático al desarro-
llo son significativos: los costos económicos, sociales y políti-
cos del cambio climático desenfrenado lo convierten en uno
de los ámbitos de acción más importantes para los tomado-
res de decisiones de hoy.
Ser conscientes de estos desafíos es el ineludible primer
paso para poder prepararse y llevar a cabo medidas políticas,
ya sea bajo un catastrófico escenario de cuatro grados o el
mundo de dos grados hacia el que ya nos estamos moviendo.
El primero es que un mundo de cuatro grados puede y
debe evitarse. Las proyecciones para nuestra región bajo un
escenario de cuatro grados son devastadoras:
Prácticamente toda la superficie terrestre de la región,
el 90% estará sujeta a eventos calóricos que en la actualidad
ocurren una vez cada 700 años. Se espera que la cuenca del
Amazonas y muchas áreas densamente pobladas experimen-
ten sequías extremas. Los glaciares andinos habrán desapa-
recido para fines de este siglo. El deshielo glacial en un prin-
cipio incrementará el riesgo de inundación, para luego termi-
nar en una sequía que afectará a las comunidades que de-
penden de él. Los huracanes categoría 4 o 5 podrían ser más
frecuentes y más poderosos. Esto, junto a un incremento de
un metro en el nivel del mar, tendrá efectos devastadores,
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especialmente en el Caribe. Un mundo de cuatro grados sig-
nificará que Río de Janeiro y Barranquilla tengan que lidiar
con un aumento masivo de 1,4 metros en el nivel del mar.
Ya estamos viviendo en un mundo próximo a un grado
por encima de lo que sería de no ser por la actividad humana, y
camino a un incremento de dos grados Un aumento de 1,5 gra-
dos en la temperatura mundial es ya inevitable, y algunos de
los efectos asociados a un calentamiento de dos grados ya se
están sintiendo.
Eventos como las gigantescas sequías amazónicas de
2005 y 2010, el aumento en la frecuencia de huracanes en el
Atlántico, y la pérdida del 90% de los glaciares tropicales son
evidencia clara de esto. Incluso un mundo de dos grados sería
altamente dañino para América Latina y el Caribe, amenazando
décadas de logros en términos de desarrollo.
El número de huracanes severos aumentará en un 40%,
con el doble de energía respecto al promedio actual.
Los cambios ecológicos supondrían una amenaza para el
70% de la soja brasileña y el 45% del maíz mexicano.
Aumentaría el número de eventos anuales de blanqueamiento
del coral, y el volumen de pesca del Caribe disminuiría de hasta
50%. Ahora, la buena noticia es que podemos evitar los peores
efectos de un mundo de cuatro grados, mientras continuamos
preparándonos para un mundo que sea 1,5 ó 2 grados más cáli-
do, por lo que necesitamos actuar más rápido.