INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 9
CAPITULO I
Nueva Arma del Siglo XX
Rusia lrrumpe con Violencia en el Siglo XX.
Lo que Tuvo de Rusa la Revolución Rusa.
lrresistible Engranaje de una Arma Perfeccionada.
incursiones Fuera de la URSS
Infiltración de las Mentes.
La lmprovisación del Caballo de Troya.
RUSIA IRRUMPE CON
VIOLENCIA EN EL SIGLO XX
Según los más antiguos testimonios históricos, en el siglo Vlll de nuestra Era los
eslavos todavía no formaban propiamente una nación. Eran desunidos,
analfabetos, carecían de organización política y vivían primitivamente.
En el año 862 un grupo de eslavos acudió al pueblo sueco de los varegos a
pedirles que les enviaran un príncipe que los dirigiera y organizara. De esa
manera los varegos fueron a poner los cimientos de un nuevo país.
Los varegos eran llamados "ruotsi" (que quería decir "remeros") y en lengua-
eslava el término se convertía en "rus", de donde se derivó después el nombre de
"Rusia". Así, por principio de cuentas, los varegos dieron su nombre al nuevo país
y poco después le dieron una capital, Kiev.
Las tribus eslavas fueron unificadas y estructuradas en una nacionalidad. En el
siglo décimo el príncipe Vladimiro se hizo bautizar (990), luego se casó con la
princesa bizantina Ana y decretó que el cristianismo sería la religión oficial del
país. Arquitectos griegos fueron llevados a Kiev a construir la primera iglesia, que
después fue más o menos copiada en otras muchas ciudades del reino. Por ese
mismo tiempo empezó la alfabetización utilizando los signos cirílicos derivados del
alfabeto griego atribuidos a San Cirilo de Tesalónica. El progreso era lento en las
inmensas tierras rusas y un cataclismo llegó a interrumpirlo cuando las huestes
mongólicas de Gengis Khan invadieron a Rusia al grito ominoso de "kiu-kiu". . .
Los rusos fueron diezmados, sitiados, derrotados, hasta que se rindieron. "A los
príncipes rusos prisioneros les pusieron encima unas tablas y, más de trescientos
mogoles se sentaron sobre los tablones a celebrar la victoria con un festín. Luego
se desternillaban, de risa cuando oían, de debajo de los tablones, los gemidos y
las maldiciones de los príncipes, cuyas voces se acallaban paulatinamente, siendo
reemplazadas por la atronadora canción triunfal de los guerreros mogoles". (l)
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