INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 60
Cuando Himmler y Heydrich (de la Gestapo) se enteraron de los contactos
secretos entre los conjurados soviéticos y varios altos jefes militares alemanes,
coincidieron con Hitler en que eso, de ser cierto, podía implicar un grave peligro
para Alemania. Poco después los conjurados soviéticos fueron ejecutados en la
Gran Purga y se robustecieron las sospechas sobre varios jefes alemanes.
A principios de 1938 la Gran Purga soviética tocaba a su fin y entonces ocurrió en
Alemania algo así como una purga en miniatura. La Gestapo sabía que no se
podía confiar en el Ministro de la Guerra, mariscal Von Blomberg, ni en el jefe del
ejército, general Von Fritsch.
Von Blomberg se casó en esos días con la señorita Gruhn, y fúeron de testigos de
su boda Hitler y Göering. Días después la Gestapo descubrió que la joven tenía
antecedentes penales: había sido prostituta registrada, y habían estado a la venta
diversas fotografías pornográficas suyas. Hitler tuvo entonces base suficiente para
pedirle su renuncia a Von Blomberg "por motivos de salud". Von Blomberg se fue
a Italia. Los antecedentes de la joven eran ciertos, pero al parecer la policía no los
dio a conocer antes de la boda para que Blomberg incurriera en el desliz que le
costaría el puesto. El ejército no lo apoyó porque la ligereza de que se le acusaba
quedó fuera de dudas.
Por otra parte, en esos mismos días (enero de 1938), la Gestapo llevó ante Hitler
la denuncia de un homosexual, Otto Schmidt, de que había tenido tratos con el
general Von Fritsch, jefe del ejército, y que lo había chantajeado.
Hitler le pidió a Von Fritsch que se retirara del mando, "por motivos de salud", y
que secretamente se sometiera a un tribunal especial, encabezado por Göering.
Von Fritsch negó los cargos y se sometió a Proceso. Mes y medio después fue
absuelto con la aclaración de que se había tratado de un homónimo suyo, o sea
de un tal Von Frisch (sin “t”). Hitler mismo agregó en la sentencia absolutoria: "En
el proceso contra el general Barón Werner Von Fritsch, Yo, contrariamente a la
práctica normal, he examinado personalmente la decisión del Tribunal a causa de
la importancia especial del caso. Confirmo la decisión. Adolf Hitler”. Además,
ordenó que se entregara a Von Fritsch el 12º Regimiento de Artillería en una
ceremonia solemne y pública, a fin de rehabilitarlo cabalmente.
Pero ni Von Blomberg volvió al Ministerio de Guerra ni Von Frítsch volvió a la
jefatura del ejército. Hitler asumió las funciones del primero y nombró al general
Von Brauchitsch para el segundo puesto.
En esta forma el grupo de generales alemanes que quería colaboración con el
Kremlin perdió a sus dos más importantes miembros del gobierno. El grupo trató
de aprovechar el caso de Fritsch para dar un golpe de estado, pero calcularon que
el Ejército no los seguiría. No contaban con la marina ni con la aviación, ni con las
tropas SS. Toda la red de propaganda e información la controlaba Goebbels,
adicto a Hitler, y cinco millones de antiguos cesantes ya tenían trabajo bajo el
régimen de Hitler. En estas condiciones consideraron que un golpe apresurado
fracasaría totalmente.
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