INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 290
A continuación ocurrió un hecho inconcebible: las fuerzas americanas que habían
sido detenidas por Roosevelt y Eisenhower en el río Elba, recibieron órdenes de
retroceder. Retrocedían en una faja hasta de 210 kilómetros al poniente del Elba y
la entregaban a la URSS.
De esa manera estaba partiéndose a Alemania en dos y obsequiándose medio
país, con 25 millones de alemanes, al dominio del comunismo.
Junto con esa media Alemania se había cedido al imperio rojo media Europa, con
diez países íntegros. En total, 133 millones de habitantes.
Era el sueño de Lenin6 a medias.
Era el sueño del Movimiento de lnfiltración6 también a medias.
Se salvaban media Alemania, Dinamarca, Grecia, Noruega, Suecia, Holanda,
Bélgica, Francia, Italia, España y Portugal.
Es decir, se salvaba media Europa. La Revolución Mundial tendría que seguir
forcejeando muchos años para tratar de comunizarla.
No había sido del iodo inútil el sacrificio del Ejército Alemán, con sus 6 millones
698.000 bajas. Ni tampoco completamente inútil la resistencia de los civiles, con
su millón ochocientos mil muertos y heridos y sus ciudades arrasadas. Ni la
muerte de tres millones de civiles más en la Alemania Oriental después de la
ocupación soviética, y la deportación de doscientos mil niños a la URSS, para "su
reeducación".
Esos enormes sacrificios impidieron que toda Alemania cayera antes, por lo
menos un año antes, y con ella prácticamente toda Europa. Después de que
Truman, Eisenhower y Churchill habían detenido el avance de sus tropas por la
Europa central, para cedérsela a la URSS, los soviéticos se apoderaron de
Hungría. Moscú pidió entonces que .Estados Unidos le entregara a los jefes
húngaros anticomunistas que habían buscado asilo en Occidente. Eisenhower
ordenó la entrega y muchos de ellos fueron ejecutados. Se trataba de personajes
que en el futuro podían ser un obstáculo en la comunización de Hungría.
En Checoslovaquia, los tanques del general Patton habían penetrado hasta
Pilzen, a 50 kilómetros de Praga, pero Eisenhower les ordenó que se retiraran.
Todo el país fue abandonado para que lo ocuparan las tropas comunistas. El
general Bunichenco, ruso anticomunista, encabezaba a 25.000 soldados rusos
que no querían regresar a la URSS y al saber del repliegue de Patton se retiraron
tras él. Pero Eisenhower ordenó que fueran entregados a la URSS. Muchos se
suicidaron.
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