INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 249
Mediante ese conjunto de armas nuevas, ya probadas, cuya producción en serie
se iniciaba a principios de 1944, era posible detener a las fuerzas de Churchill y
Roosevelt, y mientras el Ejército concentraría sus reservas para derrotar a la
URSS.
A fin de ganar los diez o doce meses que se necesitaban para que las armas
secretas entraran en acción, se contaba con un gigantesco aumento de las armas
hasta entonces conocidas. Había ya 140 grandes fábricas trabajando bajo tierra, al
abrigo de los bombardeos.
La movilización de hombres y recursos más radical que Alemania había iniciado
en 1942, estaba empezando a dar resultados en 1944. En ese año la producción
de carros blindados subía a 27.000 (112% más que el año anterior); la de piezas
de artillería subía a 40.000 (112% más que el año anterior); la de aviones subía a
38.000 aparatos (52% más que el año anterior) y la de municiones ascendía a
3.350.000 toneladas (103% más que en 1943). (1)
A principios de 1944 la Luftwaffe puso en acción un nuevo tipo de detector de
radar, el Linchtenstein S.N.2, que ya no era afectado por las interferencias de los
bombarderos ingleses. También introdujo el "armamento en diagonal", invento del
sargento armero Paul Mahle, que permitía atacar a los bombarderos de abajo para
arriba, en un hueco vulnerable. Con ambos adelantos la Luftwaffe logró derribar
101 tetramotores durante un ataque británico a Nurenberg. Cuatro sextos de la
Luftwaffe luchaban contra los aliados occidentales y dos sextos contra la aviación
soviética.
En el frente de Italia los alemanes lograron desarmar al ejército italiano y detener
en Monte Casino a dos ejércitos aliados.
En el sur de Rusia, cuatro ejércitos alemanes retrocedían ante una nueva ofensiva
soviética, pero mantenían un frente completo. El Ejército Rojo tenía superioridad
numérica y abundancia de armas, pero seguía siendo débil en guerra de
movimientos y su táctica se apoyaba en la dureza de sus politrukos (comisarios)
que lanzaban ola tras ola de atacantes, pagando muy alto precio por cada
kilómetro de avance. Sus bajas ascendían a 17 millones de hombres y pese al
estoicismo y mansedumbre del ruso, ya se advertían indicios de profundo
cansancio en las masas.
La situación tenía también puntos muy desfavorables para Alemania, pero el
aumento de producción le permitiría en el primer semestre equipar a 130
divisiones de infantería y a 40 blindadas. Con esto había muchas probabilidades
de que dominara la situación hasta que entraran en acción las nuevas armas
secretas.
(1)Respecto a 1942, la producción de 1941 subía en un 190% en tanques, un 240% en piezas de
artillería, un 156% en aviones y un 164% en municiones.
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