INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 244
perfección los métodos de la Gestapo y que se cuidaban bien de hablar más de la
cuenta.
Gran parte de la correspondencia también era censurada en forma que el
destinatario no pudiere advertirlo, y esto podía hacer caer a algún conspirador o
saboteador de medio pelo, pero no a los infiltrados, que en sus cartas no trataban
nada peligroso, o que lo hacían en claves sumamente sutiles, como utilizar los
lemas nazis para significar precisamente lo contrario. Schfabrendorff refiere que el
lema alemán "Con completa confianza en la victoria final", que se puso en boga
después de los primeres reveses en la URSS, ellos lo usaban entre sí con el
significado opuesto: la derrota de Alemania y "la victoria final del Movimiento de
Resistencia".
La Gestapo tuvo en 1943 en sus manos al pastor Dietrich Bonhoeffer, el juez del
Tribunal Supremo Von Dohnanyi, y luego al general Oster, segundo de Canaris.
Los tres eran del Movimiento de infiltración, pero tos persistentes interrogatorios
se mantuvieron dentro de ciertos márgenes de corrección y no se logró obtener de
ellos ninguna confesión comprometedora para sus cómplices"
Por otra parle, en septiembre la Gestapo logró ubicar a un agente suyo, el Dr.
Reckse, en un "club social" que en realidad era una rama del Círculo secreto de
Kreisau. El Dr. Reckse llevaba falsa documentación comunista y fue admitido en el
"Te de Frau Solf", donde conoció al Padre Erzleben y a Otto Kiep, alto funcionarlo
del Ministerio de Relaciones Exteriores, que había sido destituido como cónsul en
Nueva York debido a sus sospechosas relaciones con magnates hebreos. Luego
se descubrió que Kiep tenía dos amigos íntimos, Erich Vermehren y su esposa
Elisabeth von Plaffenberg, que trabajaban en Turquía como agentes secretos de
Canaris"
La Gestapo tuvo algunos indicios contra esos agentes y los mandó llamar, pero
ellos se creyeron ya descubiertos y huyeron a Inglaterra. Esa huída acabó de
delatarlos y de paso hizo recaer sospechas sobre el almirante Canaris.
Entonces se relacionaron algunos detalles extraños. Canaris no había logrado
averiguar nada acerca de la invasión aliada de Argelia y Marruecos, en noviembre
de 1942. Enviado a Italia en 1943 para sondear la situación del gobierno de
Badoglio, después de la caída de Mussolini, informó que Badoglio seguiría como
aliado de Alemania, y días después Badoglio le declaraba la guerra al Reich. Del
desembarco aliado en Anzio, cerca de Roma, tampoco había sabido nada, e
incluso días antes afirmaba que no habría ningún nuevo desembarco. De la grave
fuga de secretos no había averiguado más que pistas falsas que á nada
conducían. Eran muchas fallas6 Luego dos de sus agentes en Turquía resultaban
ser traidores.
Como consecuencia, el Servicio de Contraespionaje de Canaris, fue disuelto y
absorbido por la Gestapo (18 de febrero de 1944), en tanto que a Canaris se le dio
el cargo de Jefe de la Oficina de Guerra Económica y Comercial. En realidad, era
sólo un membrete v se le puso ahí para seguirlo observando. Canaris sentía las
244