INFILTRACIÓN MUNDIAL - SALVADOR BORREGO E. Infiltración Mundial (Salvador Borrego E.) | Page 209
Para esto se combinaron varios factores. Uno muy importante: el mando
comunista ya no sabía exactamente que iban a hacer los ejércitos, los cuerpos de
ejército y las divisiones alemanas, como lo habían sabido con toda anticipación
cuando los alemanes emprendieron la Operación Azul.
Ahora los soviéticos no conocían las intensiones de los alemanes, no porque
hubiera dejado de funcionar la infiltración que les enviaba secretos, sino porque el
rápido avance soviético iba provocando reacciones repentinas, improvisadas, en
los cuerpos de ejército y en las divisiones alemanas.
Fue así como se trabó una guerra de movimientos en que los vencedores de
Stalingrado sufrieron una serie de derrotas. Ya el 18 de febrero (16 días después
de que tomaron Stalingrado) los rojos se hallaban en dificultades en el río Mius.
Varias unidades de caballería y de tanques fueron cercadas y los remanentes se
rindieron el día 21.
Las divisiones soviéticas que chocaron con el primer ejército de tanques alemanes
fueron rudamente golpeadas entre los ríos Donetz y Dnieper. El 4º ejército
alemán, de Hoth, y la sección de ejército Holidt, se combinaron sobre la marcha
para golpear a los rojos y les aniquilaron el 25º Cuerpo de Tanques, tres divisiones
de infantería, el 4º Cuerpo Motorizado de la Guardia y el 7º Cuerpo de Caballería
de la Guardia, además de que les causaron pérdidas paralizantes a otras muchas
unidades.
Esta derrota sufrida por los rojos en el río Mius y entre los ríos Donetz y Dnieper,
dejó abierto el flanco de otras unidades soviéticas que avanzaron más al norte y
que habían recuperado Karkov y Belgorod. Entonces se combinaron el 4º ejército
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