INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 63

INFILTRACIÓN MUNDIAL régimen comunista, bajo las órdenes de Trotzky, y era reconocido como el "bonaparte ruso''. Se le consideraba muy decidido y ambicioso. Tukhachevskv cultivaba relaciones con importantes jefes del Ejército Alemán. Cuando Hitler subió a lo Chancillería en 1933, el Mariscal Tukhachevsky habló con Von Twardowsky, consejero de la embajada alemana en Moscú, y le aseguró que no había cambiado la amistad del Ejército Rojo hacia el Ejército Alemán, “ a pesar de los lamentables acontecimientos políticos". En ese entonces el jefe del Ejército Alemán era el general Hammerstein, llamado el “general Rojo” por sus simpatías hacia el régimen soviético y por aversión a Hitler. El ministro de la Guerra alemán era el general Werner Von Blomberg, en quien tampoco podía confiar Hitler. Von Blomberg fue a Moscú en noviembre de 1934 y con motivo del aniversario de la revolución bolchevique dijo en un discurso: “A pesar de las dificultades actuales, espero que nuestro agradecimiento pueda manifestarse un día en forma concreta. Levanto mi copa por el éxito y el porvenir del glorioso ejército rojo y por nuestra camaradería de armas de hoy y de mañana”. Hitler logró deshacerse del general Hammerstein a quien posó a la situación de retiro, pero por motivo de escalafón tuvo que sustituirlo con el general Von Fritsch, mucho menos peligroso que Hammerstein, pero tampoco adicto a Hitler. Para el Estado Mayor General estaba abocado el General Lüdwig Beck, oculto opositor de Hitler y partidario de entrar en tratos con el Kremlin. Todos estos altos jefes militares se llevaban bien con los jefes del Ejército Rojo, con quienes habían trabado relaciones a la sombra del Tratado de Rapallo. La infiltración procomunista en Alemania había penetrado muy hondamente en un punto tan vital como el mando militar. Entretanto, en la URSS iban poniéndose de acuerdo viejos revolucionarios judíos de primera magnitud como Kamenev yZinoviev, y altos jefes del Ejército Rojo, como los generales Yona E. Takir, jefe del distrito militar de Kiev; Úbarevich, jefe del distrito militar occidental; Alexander Kork, jefe de la academia militar moscovita Frunze: Noris M. Feldman, jefe de cuerpo de ejército; Putna, agregado militar a la embajada soviéticaen Londres; Robert P. Eidemann jefe del Ossoaviachin, ósea la gigantesca Liga de Defensa Civil de los soviets, y otros jefes importantes. El Mariscal Tukhachevisky aprovechó un viaje a Londres para detenerse en Berlín y entrevistarse con los generales alemanes Ludwig Beck, jefe del Estado Mayor General y con el general Von Fritsch comandante del Ejército. De algún modo Stalin comenzó a percibir la gran maniobra que se gestaba contra él y su grupo y reaccionó con toda su fuerza. Era una lucha a muerte. Hubo indicios de que el general Pavel Dybenko se sumó aparentemente a la conjura contra Stalin y luego le informó a éste lo que se tramaba. 63