INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 318

Salvador Borrego El almirante Doenitz, el ministro Ribbentrop, el mariscal Goering, el almirante Von Friedeburg y Heinrich Himmler hacían gestiones ente Occidente para que cesara la guerra con Inglaterra y Estados Unidos y prosiguiera la resistencia alemana ante el marxismo. Pero todo fue inútil. La rendición incondicional se firmó el 7 de mayo. Sin embargo, el general Hilper siguió combatiendo con su grupo de ejércitos en el sector norte del frente antisoviético, hasta el día 8. El mariscal Schoerner continuó la lucha en la región de los Cárpatos. Sus fuerzas, todavía poderosas, eran un obstáculo para la penetración soviética en Checoslovaquia, parte de Rumania, Hungría y parte de Alemania" Combatió hasta el día 14, dando oportunidad a los aliados occidentales para que ocuparan esa región, pero no lo hicieron. A continuación ocurrió un hecho inconcebible: las fuerzas americanas que habían sido detenidas por Roosevelt y Eisenhower en el río Elba, recibieron órdenes de retroceder. Retrocedían en una faja hasta de 210 kilómetros al poniente del Elba y la entregaban a la URSS. De esa manera estaba partiéndose a Alemania en dos y obsequiándose medio país, con 25 millones de alemanes, al dominio del comunismo. Junto con esa media Alemania se había cedido al imperio rojo media Europa, con diez países íntegros. En total, 133 millones de habitantes. Era el sueño de Lenin… a medias. Era el sueño del Movimiento de lnfiltración… también a medias. Se salvaban media Alemania, Dinamarca, Grecia, Noruega, Suecia, Holanda, Bélgica, Francia, Italia, España y Portugal. Es decir, se salvaba media Europa. La Revolución Mundial tendría que seguir forcejeando muchos años para tratar de comunizarla. No había sido del iodo inútil el sacrificio del Ejército Alemán, con sus 6 millones 698.000 bajas. Ni tampoco completamente inútil la resistencia de los civiles, con su millón ochocientos mil muertos y heridos y sus ciudades arrasadas. Ni la muerte de tres millones de civiles más en la Alemania Oriental después de la ocupación soviética, y la deportación de doscientos mil niños a la URSS, para "su reeducación". Esos enormes sacrificios impidieron que toda Alemania cayera antes, por lo menos un año antes, y con ella prácticamente toda Europa. Después de que 318