INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 178

Salvador Borrego cincuenta mil combatientes). También mantenían ocupada a toda la marina de guerra alemana en el Atlántico y en el Mar del Norte. Y además le restaban al frente alemán de Rusia cerca de un millón de hombres que atendían todas las defensas antiaéreas en Occidente. La Luftwaffe era forzada a mantener fuera de la URSS – en Alemania, Noruega, Holanda, Bélgica y Francia – más de 1.500 aviones para impedir desembarcos aliados y proteger la industria bélica alemana. Así pues, era una ayuda gigantesca la que Roosebelt y Churchill estaban dando al Ejército Rojo, que de otro modo ya habría sido liquidado. A Alemania se le impedía concentrar todos sus efectivos contra la URSS, mientras que esta tenía sólo un frente y recibía grandes cantidades de armamento, combustible, víveres, ropa y ciertas materias primas. En el frente aéreo occidental (bajo creciente presión de las flotas aéreas que enviaban Roosebelt y Churchill) la Luftwaffe operaba seis regimientos de reflectores y 1.500 estaciones de radar. El Coronel Josef Kammhuber era el encargado de la defensa aérea. Continuamente necesitaba buscar nuevas tácticas y nuevos aparatos para hacer frente a la superioridad numérica de los aliados. En 1942 se desarrollaron los aparatos Wurz Burg que servían para dar el rumbo, distancia y altura de los bombarderos enemigos, mediante ondas radioeléctricas y la computación de sus “ecos”. Primero estos aparatos sólo tenían un alcance de 35 kilómetros. Luego se les perfeccionó para abarcar de 60 a70 kilómetros. Con el Wurz Burg los cazas nocturnos podían ser dirigidos desde tierra hasta aproximarlos a los aviones adversarios. A doscientos o a cien metros de distancia, ya eran visibles los escapes de los motores y entonces el caza podía lanzarse sobre su presa. Otro sistema defensivo fue el llamado “caza nocturna sobre Inglaterra”. Consistía en que los puestos de escucha de la Luftwaffe advertían cuando los radiotelegrafistas de los aviones aliados estaban ajustando sus aparatos antes de elevarse. Entonces se sabía que iba a empezar una operación. Varios aviones alemanes se elevaban poco después y se dirigían a los aeródromos ingleses cuando los aviones aliados ya iban ha descender; se mezclaban entre ellos y los atacaban sorpresivamente. En fin, la aviación aliada tenía muy grandes dificultades para operar de día contra la industria alemana de guerra. Y durante la noche no podía distinguir las fábricas, además de que también era dificilísimo acercarse a ellas, dado que estaban protegidas por la artillería antiaérea y los cazas nocturnos. 178