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INFILTRACIÓN MUNDIAL
tácticos y algunos más se confundieron terriblemente al empezar el fuego. Pero
el alto mando soviético conocía los planes alemanes. Las tropas de la frontera
se hallaban poderosamente armadas, con grandes cantidades de municiones y
combustible, tenían mapas de las concentraciones alemanas y gran cantidad de
tiras de papel para el oscurecimiento de ventanas en las ciudades y aldeas.
SORPRESA DE LOS ATACANTES ALEMANES.
Cuando a las 3:15 del 22 de junio se inició el fuego en todo el frente germano-
soviético, dos grandes columnas alemanas avanzaron por los flancos de la
frontera soviética de Brest-Litovsk, hacia el interior de Rusia, y la captura de
Brest (incluyendo los caminos que por ella pasaban) se encomendó a varias
unidades menores. Dicha fortaleza ocupaba 4 kilómetros cuadrados, con
trincheras, casamatas, cúpulas blindadas de cañones de diversos calibres,
trampas antitanque, fosos, campos minados y muros de más de un metro de
espesor. Le artillería alemana barrió el área. Cada tres minutos el fuego se
desplazaba cien metros adelante.
En Brest-Lítovsk había más de nueve mil defensores. Ahí funcionaba una
academia para comisarios judíos. Estos eran los garfios que el partido
comunista tenía entreverados en el Ejército Rojo para hacer que las fuerzas
armadas se mantuvieran firmemente en manos del poder político del Kremlin.
El grueso de las tropas alemanas había rebasado Brest-Litovsk por los flancos,
pero la fortaleza era un obstáculo terrible para el abastecimiento del frente.
Doce minutos después de que se había iniciado el fuego de la artillería contra
Brest-Litovsk, un batallón alemán se lanzó al asalto. Los cañones de la fortaleza
no hablan padecido daño considerable y contestaban el fuego. En las primeras
horas de combate murió el comandante del batallón alemán, capitán Praxa, el
comandante de la 1ra. Sección de artillería capitán Krauss, con todos sus
ayudantes, más 2l oficiales y 290 clases y soldados.
La lucha iba a prolongarse ocho días.
Las bombas de 500 kilos de los Stukas casi no causaban daño en le fortaleza.
Siete Stukas se acondicionaron para lanzar bombas de 1.000 kilos, que
lograron abrir varias brechas. La infantería alemana llevaba siete días y siete
noches avanzando metros, había padecido 1.482 balas y al fin pudo penetrar
en los defensas cayeron prisioneros siete mil rusos.
Un grupo de bolcheviques que trataban de huir por una carretera fue detenido.
Entre ellos marchaba el comandante y comisario Fomin judío, disfrazado con el
uniforme de un soldado ruso muerto. Pero varios prisioneros rusos lo
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