INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 122

Salvador Borrego cerca de Berlín, y captados por Roessler en Ginebra, para retransmitirlos a Moscú. Nunca en la historia se había visto nada semejante. Jamás una traición había sido planeada con tanta minuciosidad, con tan extraordinaria eficacia. Los investigadores Pierre Accoce y Pierre Quet dicen que los diez infiltrados que se encargaron de esa tarea sabían perfectamente "que su labor es la pérdida de Alemania. Sin vacilar, a la hora escogida, sajarán la arteria femoral del Tercer Reich. Después, no cesarán de golpear, en todas partes, a fin de estar bien seguros que el monstruo no curara de sus heridas, que se vaciará de su sangre. Resistirá, espumará, luchando contra sus hemorragias, buscando en vano las manos que lo matan. Estas le coserán a puñaladas." Tan terrible decisión en oficiales que toda su vida habían servido al Ejército Alemán, que llevaban el uniforme, que habían hecho el juramento a la bandera y que sabían que su país se hallaba en guerra mortal, debía tener una motivación profunda, extraordinariamente inflexible. Ninguno titubeó en cinco años de guerra. Ninguno se arrepintió ante las enormes pérdidas de vidas alemanas. Todos, impasiblemente, estuvieron enviando secretos que lanzaban a le muerte a miles, a decenas de miles, a centenas de miles de soldados alemanes. ¿Cuál era el terrible nexo que los unía? ¿Cuál el móvil que los impulsaba?¿Cuál la ideología que los llevaba a cometer la traición más grande de la historia? Estas interrogantes no han sido suficientemente aclaradas. Una hipótesis es que el núcleo de la infiltración lo formaban criptojudíos. De ahí su fanática adhesión al marxismo; de ahí su indiferencia a la suerte de millares de soldados alemanes; de ahí su fanatismo implacable. Y con ese núcleo racial-ideológico operaban otros que no eran del mismo origen, pero que habían sido víctimas de la infiltración mental hasta un grado inconcebible. Algunos con la idea de servir a una idea universal, humanista, ajena al “antiguo” y tradicional concepto de Patria. En la segunda mitad del siglo XVlll el rey de Prusia, Federico el Grande, acogió a los judíos que huían de .Austria y Hungría y les concedió la ciudadanía alemana ton plenos derechos. Muchos de los descendientes de esos inmigrantes se iniciaron en la carrera de las armas, que ofrecía gran porvenir e 122