INFILTRACIÓN MUNDIAL PDF - NUEVA EDICIÓN MEJORADA Infiltración Mundial PDF actualizado | Page 110

Salvador Borrego Francia, con el mariscal Petain a la cabeza, hizo la paz. Hitler no le pidió la flota, ni el territorio de Alsacia y Lorena que antes se habían disputado Francia y Alemania. Sólo pidió la ocupación temporal de la costa francesa, esencial como base aérea y marítima mientras durara la guerra con Gran Bretaña. Toda la política alemana sobre Francia giraba alrededor de la reconciliación. Para enfatizarlo, Hitler fue a visitar a Petain. Ni procesó ni colgó a quienes le habían declarado la guerra. Winstón Churchill y toda la información cablegráfica internacional llenaron de improperios al gobierno francés porque había hecho la paz. Roosevelt amenazaba a Petain para que no aceptara la alianza anticomunista que Hitler le proponía. Días antes de que terminara la lucha en Francia el Presidente Roosevelt ya había dirigido (10 de junio) un mensaje. al gobierno francés exhortándolo a continuar la guerra y prometiéndole mayor ayuda de armamento. Tres días después Roosevelt había enviado un segundo mensaje insistiendo que se continuara la guerra, y anunciaba que pronto remitiría más aviones, tanques y municiones. La opinión pública americana no quería ni entrar en la guerra ni que la guerra se prolongara, pero Roosevelt se mostraba extraordinariamente empeñado en atizar la hoguera. Acerca de esto Hitler le pidió su opinión a Colin Ross, experto alemán que estudiaba desde hacía años los asuntos norteamericanos, y Ross le repuso que era "el monstruoso poder de la judería que con su habilidad realmente fantástica y una realista ciencia de la organización lleva la lucha contr todo lo que es alemán y nacionalista". La acción de Roosevelt en Varsovia, en Londres y en París "daba una idea de las maquinaciones de la camarilla judía, cuya influencia a través de Morgan y Rockefeller llegaba hasta Roosevelt". En Londres, con Churchill, ocurría algo muy semejante a lo que sucedía en la casa Blanca con Roosevélt, pero Hitler confiaba en que los políticos auténticamente americanos, auténticamente ingleses, lograrían al cabo prevalecer sobre las camarillas que no buscaban el bien de Inglaterra ni el de Estados Unidos, sino la defensa del marxismo asentado en la URSS. Desde el 20 de mayo, cuando el triunfo sobre Francia se hizo evidente, Hitler comenzó a trabajar en un tratado de paz para Inglaterra y Francia. El 14 de junio hizo público su deseo de paz y reconciliación a través de una entrevista publicada en el "Journal American" de Nueva York. Entonces estaba por concluir la lucha en Francia. Días después, el 28 de junio, el Papa Pío XII dirigió un mensaje confidencial a Hitler, a Mussolini y a Churchill, ofreciendo su mediación para "una paz justa y 110