La República Argentina ratificó la Convención Marco de Naciones Unidas
sobre Cambio Climático mediante la ley 24.295/ 1994 y adoptó el protocolo de
Kyoto para el período 2005-2012, ratificándolo en 2001 por la ley 25.438. Mediante
el Decreto 2213/2002 se designó a la secretaría de Ambiente y Desarrollo
sustentable como autoridad de aplicación de la ley 24.295 y posteriormente se
creó en la Unidad de Cambio Climático .
Como obligaciones asumidas con la convención Marco, la Argentina emitió
don comunicaciones Nacionales. Esos documentales presentaron en inventario de
gases de efecto invernadero emitidos y absorbidos en el territorio nacional.
De acuerdo a la Segunda Comunicación Nacional de la Republica
Argentina, las emisiones totales de gases de efecto invernadero son: en 1900
hubo 216.291 millones de toneladas; en 1994 hubo 223.336 millones de
toneladas; en 1997 hubo 241.956 millones de toneladas; y en el 2000 hubo
238.703 millones de toneladas.
En el país se produce el mayor porcentaje de dióxido de carbono (46%),
segundo el metano (30%) y dióxido de nitrógeno (24%); el resto solo aporta 0,5%.
Las actividades económicas que producen mayor cantidad de estos gases
son la generación de energía (47%) y las agricoganaderas (44%), las industrias
(4%); los residuos (5%). Esto refleja un perfil muy vulnerable al Cambio Climático,
el cual afecta y varias regiones. En casi todo el país aumentaron las
precipitaciones. Esto facilitó que la agricultura se extendiera.
Varis ríos se tornaron mas caudalosos, lo que permitió aumentar la
producción de energía hidroeléctrica. Consecuentemente, el incremento de las
lluvias resultó perjudicial en otras regiones (áreas inundadas). La temperatura en
la cordillera patagónica aumentó.