Imago Agenda 207, otoño 2020 Agenda 207 | Page 46

LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Díaz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com Anticipo editorial Actualidad de un “retorno” a la concepción de Orden Simbólico Anticipo del libro Sujeto y Orden Simbólico: aportes de Peirce para problemáticas de la clínica psicoanalítica de Oscar Zelis, Letra Viva, 2020 S i uno se detiene un momento a escuchar desde qué ideas o concepciones se abordan las problemáticas del hombre en la actualidad, ya sea en las conductas individuales o en la dinámica social, se comprobará que el discurso dominan- te –que interviene en forma de discurso amo, en el sentido que produce un efecto de sugestión-, establece la creencia de que la subjetivad humana podría explicarse completamente desde parámetros neurológicos, genéticos, hormonales, mecánicos y fisiológicos. Las explicaciones desde el moderno conductismo, cognitivismo y ahora desde las novedosas “neurociencias”, tra- tan de dar cuenta del ser humano desde dichos marcos concep- tuales y, cuando con buen ojo, observan que no son suficien- tes para explicar ciertos hechos humanos, entonces recurren a alguna idea vinculada a la supervivencia y necesidades de la especie o, en el plano más individual, pueden llegar a aceptar una explicación relacionada con la búsqueda de placer o de ho- meostasis. Sin embargo, a poco que nos enfrentamos con lo real del padecer actual del ser humano, se advierte que muchas de las problemáticas más acuciantes quedan por fuera de los mar- cos explicativos anteriormente citados, ya que no disponen de conceptos que puedan articular una acción racional (científi- ca) ante dichos dramas humanos. Por si hiciera falta citar al- gunos, podemos llamar como embajadores de una extensa lis- ta a: las pasiones amorosas, las conductas perversas, los odios desmedidos, las inhibiciones, las tendencias suicidas, los chicos “rebeldes” (trastorno oposicionista desafiante), los duelos no re- sueltos, las conductas adictivas, las conductas sádicas o maso- quistas, la anorexia, los trastornos psicosomáticos, etc., etc., … Llama la atención la omisión, de algo que ya hace muchos tiempo fue advertido y explicitado: la innegable injerencia de lo que fue bautizado como Orden Simbólico, por ejemplo ya en 1930 por Ernst Cassirer, quien afirmaba que para definir al ser humano, la mejor fórmula sería la de animal simbólico ((Cassirer, 1951). En esa línea, años más tarde, Lacan avanza- ba, y planteaba como base para empezar a entender algo del sujeto humano, la necesidad de pensar qué es dicho Orden Sim- bólico, donde estamos inmersos aún antes de nacer. En efecto, dirá que el símbolo introduce “una realidad nueva en la reali- dad animal” (Lacan, 1953/2005). El símbolo es lo que huma- niza: “un mundo humanizado, simbolizado, constituido por la trascendencia introducida por el símbolo en la realidad primi- tiva” (Lacan, 1953-54/1985). Y explicará que: “Cada vez que estamos en el orden de la palabra, todo lo que instaura en la realidad otra realidad, finalmente solo adquiere su sentido y su acento en función de ese orden mismo. Si la emo- ción puede ser desplazada, invertida, inhibida; si ella está com- prometida en una dialéctica, es porque ella está capturada en el orden simbólico, a partir del cual los otros órdenes, imaginario y real, ocupan su puesto y se ordenan.” (Lacan, 1953-54/1985). Este es una de los ejes principales que componen nuestro li- bro Sujeto y Orden Simbólico: aportes de Peirce para problemáti- cas de la clínica psicoanalítica. En este texto, se abordan las con- cepciones básicas de lo que podemos entender por Orden Sim- bólico –de la mano de Charles Sanders Peirce, fundador, inicia- dor de la Semiótica moderna-, para articularlas operativamen- te con concepciones de la clínica psicoanalítica de cuño freu- 46 | Imago Agenda | N° 207 | Otoño 2020 diano-lacaniano. Al entrar en los textos peirceanos, inevitable- mente se abren nuevos caminos y nos encontramos con otras ideas y conceptos que se irán constituyendo a su vez en otras herramientas y perspectivas que se revelarán de mucha utilidad para el psicoanalista. En el libro se pasa entonces a investigar también otros ejes –además de la articulación semiótica-psicoa- nálisis-, a partir de los aportes lógicos y matemáticos de Peirce. La conexión Lacan–Peirce no es caprichosa. Es el mismo psi- coanalista francés el que se interesó por el polifacético pensa- dor norteamericano, tomando ideas y articulándolas con sus de- sarrollos psicoanalíticos, llegando a aseverar que con él com- partía la misma “lógica trinitaria” (Lacan, 1976). Peirce por su parte, plantea desde sus fundamentos una íntima relación en- tre sujeto y signo: “todo pensamiento es un signo (…) el hombre es un signo, así, el hecho de que todo pensamiento sea un sig- no externo prueba que ese hombre es un signo externo (…) Por tanto, mi lenguaje es la suma total de mí mis- mo, pues el hombre es el pensamiento” (Peirce, 1868). Las distintas perspectivas de estas dos disciplinas –semiótica y psicoanálisis-, son abordadas aquí en su punto de intersección: el sujeto, en la medida que puede ser situado en coordenadas semióticas. A partir de estas coordenadas, se avanza en aportar esclarecimientos y nuevos “interpretantes” que amplían y enri- quecen novedosamente el abordaje y la intervención en proble- máticas concretas de la clínica psicoanalítica. Es así que podrán situarse desde estas coordenadas muchas perturbaciones, sín- tomas y padecimientos subjetivos como: 1) problemáticas en la inscripción del sujeto en/del orden simbólico (por ejemplo el autismo o las psicosis infantiles), o 2) como problemáticas del sujeto en su funcionamiento simbólico (síntomas o inhibiciones neuróticas, etc.). A su vez, se postula pensar los síntomas como semiosis coartadas o desarticuladas, y la intervención analítica como el acto de instalar o restaurar una semiosis plena. A lo lar- go de la investigación se aplican estas concepciones a casos clí- nicos concretos, que inductivamente muestran la validez de di- cha articulación y se avanza en una operacionalización de varios conceptos peirceanos, logrando integrarlos a algunos abordajes psicoanalíticos, los cuales adquieren también así una formaliza- ción y validación lógica y semiótica. Esto último también es un aporte importante del libro, ya que avanza en producir una lec- tura y transmisión interdisciplinaria (lógico-semiótica) de la ac- ción eficaz del psicoanálisis en aquellos problemas de la conduc- ta humana para los cuales los marcos teóricos más en boga en la actualidad no ofrecen respuestas científicas.  Referencias bibliográficas Cassirer, E. (1951). Antropología filosófica; México: Editorial CEF. Lacan, J. (1953). Lo simbólico, lo imaginario y lo real. En De los nombres del padre. Buenos Aires:Paidós, 2005. Lacan, J. (1953-54). El Seminario de Jaques Lacan; Libro I: Los escritos téc- nicos de Freud. Buenos Aires: Paidós, 1985. Lacan, J. (1975-76). El Seminario de Jaques Lacan; Libro XXIII: El sintho- me. Buenos Aires: Paidós, 2006. Peirce, C. S. (1868). “Algunas consecuencias de cuatro incapacidades”. En Obra filosófica reunida. Tomo I. México: Fondo de Cultura Económica, 2012.