Imago Agenda 207, otoño 2020 Agenda 207 | Page 30

LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Díaz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com Colaboración Trabajo de análisis y elaboración Durcharbeiten... entre deseo y goce Escribe Marta Gerez Ambertín [email protected] 1. INTRODUCCIÓN. No es posible un análisis –y el trabajo elaborativo (durcharbeiten) que este implica– sin el cambio de posición subjetiva del analizante. De una u otra manera se tra- ta de una travesía en la que se opera un cambio de posición del sujeto –en sus deseos y sus goces– respecto del Otro, lo que im- plica un re-anudamiento de Real, simbólico e imaginario, con claras consecuencias sobre la posición del sujeto en el mundo. 2. LA INCONSISTENCIA DEL OTRO. Lo trágico en la vida (y en el análisis) es que el Otro es inconsistente. La cuestión de la inconsistencia del Otro se localiza, en La- can, en el interrogante del grafo del deseo: ¿qué me quiere el Otro? Desde allí se bifurcan deseo y goce en tanto es la pre- gunta por la relación entre deseo, ley y goce: ¿hasta dónde hay garantías y amparo en el Otro? Deja perplejidades, pero ¿cómo no las habría si la ley que pende del significante de los Nombres-del-Padre deja siempre un vacío por donde se cue- la lo real, la angustia por la castración en el Otro y la propia? 3. DOS TIPOS DE PSICOTERAPIAS. TRANSFERENCIA Y EMPATÍA. Sin embargo, no hay unanimidad en esta consi- deración del Otro como inconsistente pues, a grandes rasgos, hay dos tipos de psicoterapias: unas consideran que el Otro es consistente –lógica del todo– y el padecimiento humano es un desvío de esa consistencia, una anomalía. Por tanto, se tra- ta de “entrenar” a los sujetos para que se “normalicen”. Tarea de los coachs en la que se da prioridad a la empatía entendi- da como “Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro” (RAE). Ese “estado de ánimo” que sobrevalora lo consciente obvio que no es el de la duda, la va- cilación o perplejidades varias; se trata, en cambio, de la se- guridad en sí mismo, de la fuerza de voluntad (que podría conseguirlo todo), de trabajar(se) para liberar una hipotética “energía vital” intrínseca a toda persona y cuya puesta en acto pondrá el mundo a los pies del “couchado”. Estas técnicas se- mejan los Ejercicios Espirituales que diseñó Ignacio de Loyola en el siglo XVI: un conjunto de temas de meditación y estudio que el candidato recorre bajo la guía de su director espiritual; al final del camino los practicantes descuben dentro de sí una fuerza y capacidad para la vida que no sabían que poseían. Adviértase la obligatoria e imprescindible “empatía” con el di- rector espiritual quien ya posee lo que su discípulo pretende. Otras psicoterapias, a las que adherimos (lógica del no todo), consideran que el Otro es inconsistente y que el padecimien- to del sujeto tiene que ver con esa inconsistencia y con la pro- pia castración que es su consecuencia. En un caso, el de las psicoterapias como entrenamiento, se trataría del mundo o de la vida como un recto camino a re- correr sin interrogantes; en el otro, en cambio, se trataría del mundo o de la vida como un laberinto en el que lo más posi- 30 | Imago Agenda | N° 207 | Otoño 2020 ble es perderse –a veces– pero donde cabe la posibilidad de encontrarse atravesado la inconsistencia del Otro, la castra- ción del Otro y, por tanto, la propia. Es el objetivo al que se di- rige el trabajo del análisis y la elaboración, al menos en el va- riado campo de las neurosis y de allí que Freud afirmara: “El psicoanálisis simplifica la vida, aporta el hilo que saca del la- berinto” (1927). El trabajo elaborativo atraviesa los laberin- tos de la castración y el duelo concomitante. Hilo que saca del laberinto, tarea de psicoanalistas. Para realizar esta travesía la clínica psicoanalítica precisa el establecimiento de la transferencia, esto es, de un sujeto que haga circular la palabra y cuya división subjetiva sea causa- da por el analista, que, en el lugar del agente, hace semblan- te del objeto a. El analizante dispone de la palabra que le per- mite reencontrar los significantes fundamentales en los que estuvo capturado (S 1 ). En esa división del sujeto () hay pathos (sufrimiento) pero también hay logos (la palabra). El énfasis se pone en el suje- to que pende del significante, sobre él se hace el trabajo que desparrama el pathos, y por eso los estados de ánimo, los afec- tos y la empatía son contingencias. El análisis supone la deconstrucción-construcción del Otro desde la repetición en transferencia de lo reprimido del incons- ciente y también de la repetición de ello y el superyó. De allí que, en las resistencias del ello y el superyó, hemos de enfren- tar, inevitablemente, la compulsión de repetición. Interjuego de la consideración estructural y dinámica del in- consciente según Freud, de ese inconsciente genuino que hace litoral con lo real (Gerez, Imperativos del superyó. Bs. As.: Le- tra Viva. 2014. p. 263). Justamente, en esta travesía del análisis, ubicamos la elabo- ración como trabajo sobre las resistencias –declinación de las resistencias en transferencia–, trabajo del analizante y el ana- lista (Working) a través (through) de las resistencias; en sín- tesis: trabajando en transferencia a través de las resistencias la elaboración es un resultado del trabajo analítico. Aunque Freud establece el término en 1914 en Recordar, repetir y re- elaborar, no deja de insistir entre líneas con esa pieza impres- cindible de un análisis hasta 1939 en Análisis terminable e in- terminable. En ese trabajo a través de las resistencias en trans- ferencia hay, sin duda, espacio para la empatía, pero para pro- ducir su desmontaje como una resistencia más que obstaculi- za la puesta en acto de la realidad del inconsciente. La apues- ta, entonces, en el trabajo de la elaboración, será siempre se- guir el camino de la transferencia y, en ese camino, trabajar todos los embrollos que puedan surgir, sin dejar de darles el peso que tienen. Uno de esos embrollos es, inevitablemente, la cuestión de la empatía. Razón más que suficiente para se- guir apostando a la transferencia y a todas las aristas resisten- ciales de la misma que permitan al analizante reencontrarse con los significantes fundamentales en los que está captura- do, hilo que saca del laberinto. 