¿Qué experimentará durante y después del procedimiento?
Una radiografía ósea no es un procedimiento doloroso.
Puede experimentar incomodidad por la temperatura baja en la sala de examen. También puede encontrar incómodo mantenerse inmóvil en una posición en particular o recostarse en una mesa de examen dura, especialmente si se encuentra lesionado. El tecnólogo lo asistirá para que encuentre la posición más cómoda posible que garantice la mejor calidad de imágenes de rayos X.