II Edición Senderos Didácticos: Caldera de los Marteles -Tenteniguada TENTINIGUADA | Page 6
En 1825, Leopold von Buch, en La Isla de La Palma, tras recorrer un profundo
valle, llamado Taburiente, se encontró con un enorme anfiteatro natural rodeado de
impresionantes paredes verticales, al ver tan admirable paisaje se le ocurrió que el gran
hueco tenía una forma parecida al caldero en el que sus guías preparaban la comida. De
esta ocurrencia nace la palabra caldera, que usan hoy en día todos los vulcanólogos del
mundo. Podemos diferenciar 5 tipos de caldera según su génesis, de explosión, de
hundimiento, erosión, cráteres y mixtas. En nuestro pequeño recorrido nos encontramos
con una caldera de origen mixto (Marteles), y una de origen erosivo (Tentiniguada).
La singularidad de las formas del relieve por las que discurre la ruta, es también
significativa. Se inicia desde la propia pared norte una de las estructuras volcánicas más
impresionantes de la cumbre central: la Caldera de Los Marteles. Se trata de un gran
cráter de carácter freatomagmático, originado durante el ciclo eruptivo más reciente de
la formación geológica de la isla, en la que el magma entra en contacto con el acuífero,
produciendo una gran explosividad que da lugar a esta gran oquedad.
Los diques volcánicos
Los diques son conductos de emisión de erupciones fisurales. La gran presión
que ejerce la roca en estado fundido durante su ascenso, provoca la apertura de estas
vías de escape por las cuales los edificios volcánicos reciben magma. Antes de que el
material aflore a la superficie y se convierta en lava, en estos cuerpos aprisionados en
profundidad se produce el enfriamiento del magma. La peculiaridad es que el proceso
de solidificación es muy lento porque el sustrato sobre el que se encajan transmite el
calor con gran lentitud. Por esta razón, los diques quedan constituidos por masas de
rocas intrusivas consolidadas y muy compactadas, cuyos cristales minerales suelen ser
lo suficientemente grandes como para identificarlos a simple vista.
Cuando afloran a causa de la erosión (diques exhumados), las diferencias
geomorfológicas están en función de la litología, es decir, de la mayor o menor
viscosidad del material original.
Los de mayor viscosidad -magmas sálicos- generan fisuras más anchas y, debido
los que tienen un origen menos viscoso, de naturaleza basáltica, que no sobrepasan los 5
metros de grosor, pues no necesitan abrir grandes fisuras para poder ascender hasta la
también a su mayor resistencia, alcanzan mayores dimensiones, en altura y anchura, que