IEEA ABRIL 2019 | Page 26

A pesar de mis años hoy puedo contarles que ya se leer y escri- bir. A pesar de que mi esposo no confiaba en mi, hoy está orgullo- so que pude salir adelante. EPIFANIA QUIRóZ Cada día que asisto a mis asesorías, siento emoción por aprender y sentirme útil a pesar de mi edad. Ángela Paola Hernández Huautla de Jiménez El Mosco, Santiago Ixtayutla Gracias al IEEA ahora puedo leer documentos y hacer trámites. Alionso Molina Crisanto Palomares, Matías Romero Me alegra saber que el IEEA nos haya presentado la oportuni- dad de terminar la secundaria y que mis paisanos y yo, no nos quedemos con las ganas de su- perarnos. Isaías Chávez Santa María Chilchotla Aprendí a leer y escribir gracias al IEEA, ahora ya puedo revisar mis documentos y leer mis rece- tas médicas. Estudiar en el IEEA me ayudó a conseguir un mejor empleo y a tratar de seguir superándome. Elizabeth Apolinar Coatecas Altas, Ocotlán Sta. Gertrudis Miramar 24 I N S T I T U T O E S TATA L D E E D U C A C I Ó N P A R A A D U LT O S Felipe Pérez Hernández IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO F recuentemente se confunde el uso y significado de los términos equidad e igualdad, por ello, en esta colaboración de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña para la revista “JUNTOS IEEA” hablaremos un poco sobre ambos principios, lo cual resul- ta indispensable para el cumplimien- to de la responsabilidad institucional que todas y todos los servidores pú- blicos tienen. La igualdad es un derecho humano, un principio consagrado en distintos instrumentos internacionales: la Car- ta de las Naciones Unidas (1945), la Declaración Universal de los Derechos del Hombre (1948); la Convención so- bre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CE- DAW, por sus siglas en inglés), adopta- da en 1979. ENTRE IGUALES La CEDAW tiene por objeto elimi- nar la histórica discriminación contra las mujeres por el simple hecho de ser mujeres, y asegurar la igualdad entre mujeres y hombres. Además, es el instrumento internacional más amplio en materia de derechos de las mujeres; lo han ratificado 188 países a la fecha, los cuales están obligados a cumplir y emprender todas las me- didas a su alcance para el logro de la igualdad entre mujeres y hombres. Todas y todos coincidimos en que no está bien que solo las mujeres ha- gan el trabajo doméstico no remune- rado, sin embargo, si lo vemos como un problema de equidad, bastaría con proponer un salario para solucionar esta injusticia, porque ciertamen- te, la equidad consiste en dar a cada quien lo que necesita, aunque esta acción que sería “equitativa”, no toma en cuenta que al ser las mujeres las encargadas de realizar todo el traba- jo doméstico, produce discriminación, porque al hacerlo implica que ten- gan menos tiempo libre para realizar otras cosas y estén en una relación de subordinación con sus parejas que no hacen el trabajo doméstico y, por más salario que recibieran por hacer el tra- bajo doméstico, no tienen posibilida- des de ascenso u otras compensacio- nes que existen en otros trabajos. Al tomar el camino de lograr la igualdad, sabremos que es preciso hacer que hombres y mujeres se re- partan el trabajo doméstico corres- ponsablemente, de tal manera que ninguno de los dos quede con una carga mayor de trabajo, porque eso produce discriminación. I N S T I T U T O E S TATA L D E E D U C A C I Ó N P A R A A D U LT O S 25