caso “ejemplarizante” contra la corrupción política y administrativa, para adentrarse en los sinuosos senderos de ese fenómeno que caracteriza la
vida cubana de hoy. Resulta muy singular que se
use como chivo expiatorio a un funcionario de
baja categoría y no menos sospechoso que tanto
el funcionario “elegido”, como la mayoría de sus
cómplices sean negros, con todas las implicaciones políticas y socioculturales que se derivan.
Y es precisamente en esas expresiones de racismo
en las que ahondan los artículos: “Contra las fracturas y las divisiones”, de Leonardo Calvo; “Para
los negros cubanos, un toque de marginación y
exclusión”, de Veizant Boloy, y “Trauma y
desamparo social”, de Eleanor Calvo. Todos
coinciden en la falta de espacios y libertades que
han caracterizado a la Cuba revolucionaria y sus
implicaciones para los afrodescendientes y otros
grupos que sufren el abandono social ante el incremento de las cotas de marginación y pobreza,
en medio de la intolerancia, las campañas de descrédito, las tergiversaciones, la censura y el acoso
policial a toda idea o proyecto comprometido con
el cambio de una realidad que ya hace mucho
tiempo se tornó insostenible. De ello dan cuenta
también “Censura sin límites o la otra historia del
rap cubano”, de Alina Guzmán, y “Rastafaris en
Cuba. La vedad escamoteada”, de Guillermo Ordóñez.
A pesar de todo, la perseverancia y valentía del
movimiento cívico sigue ahí y cada día toma más
fuerza dentro de Cuba y en el plano internacional,
como se expone en “CIR 2013. La consolidación
de un compromiso”. En este entorno se destaca
también el trabajo de Manuel Cuesta Morúa “Un
encuentro seminal”, que se refiere a su reciente
encuentro con la congresista afroamericana Federica Wilson como reconocimiento de la lucha por
la democracia y contra el racismo en Cuba y un
paso importante para iniciar un intercambio con
la tradicional percepción de los afronorteamericanos sobre esta problemática en Cuba. Las cartas
de Leo Casey, Director Ejecutivo del Instituto Albert Shanker y de Norman Hill, Presidente Emérito del Instituto A. Philip Randolph, a Raúl Castro, con motivo de las violaciones de los derechos
civiles de Cuesta Morúa, se suman a ese incremento de solidaridad internacional que tanto se
necesita para enfrentar el silencio impuesto sobre
lo que verdaderamente pasa en la Isla y que tuvo
un momento muy significativo durante el 149 Período de Sesiones la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Precisamente el auge que ha venido tomando la
problemática racial cubana fuera de la Isla motivó
a Enrique del Risco a escribir “Racismo y traducción”. Retomando los hechos concitados por la
publicación de un artículo de Roberto Zurbano en
The New York Times, Del Risco alerta sobre los
riesgos que a veces se corren a la hora de traducir
a otras lenguas realidades concretas de otro país
con otra historia, al tiempo que abunda en el an