Identidades Número 1, Febrero 2014 | Page 14

naria. En tanto este silencio impuesto profundizaba las atrofias de percepción e interrelación social, nunca se hicieron efectivas las medidas de empoderamiento socioeconómico que atenuaran las desventajas históricas y permitieran la más adecuada inserción y desarrollo de los afrodescendientes cubanos. Con la revolución los espacios académicos y de instrucción, los enfoques de la historia nacional y los espacios de expresión cultural han dado natural continuidad a la visión supremacista que reafirma la visión subalterna y distorsionada de los afrodescendientes. El avance global de las acciones y diseños destinados a hacer justicia histórica a la herencia afrodescendiente y promover el respeto a los derechos de este sector poblacional, siempre discriminado, ha puesto en evidencia a las autoridades cubanas, quienes mantienen a Cuba bien separada de esa dinámica global y continental. Después de satanizar a los líderes y organizaciones que bregan, desde el apego a los valores universales y la independencia cívica, por promover el respeto a los derechos y espacios de los afrodescendientes, las autoridades de la Isla han dibujado una especie de La marginación y su entorno Dos décadas de profunda crisis socioeconómica han reafirmado las desventajas históricas que sufren los afrodescendientes cubanos. 1