muchas veces son olvidados por aquellos que debaten la situación de Cuba y se concentran únicamente en el funcionamiento institucional. Sin
embargo, como en todo discurso político, el mensaje va más allá de esta altruista referencia y tiene
un especial destinatario: Estados Unidos. En este
sentido, los esfuerzos del gobierno colombiano
por estrechar los vínculos entre los gobierno cubano y estadounidense se han intensificado desde
que La Habana se consolidó como sede del proceso de paz que adelantan el gobierno colombiano y las FARC. Hay que tener en cuenta,
además, que la solución del conflicto bilateral entre Colombia y Venezuela no habría tenido lugar
sin la buena intermediación de Cuba.
De este modo, la dinámica colombo-cubana se
puede describir brevemente a través de un diálogo
ficticio, pero realista. Así, Colombia empieza expresándole a Cuba: “Ayúdese reformando su sistema político y económico, muestre una buena
imagen, garantizar una efectiva ejecución de mi
proceso de paz con las FARC y que este concluya
con un exitoso acuerdo le dará mayor visibilidad,
así podremos junto con los vecinos, interceder
más intensamente por usted dentro de la escena
internacional”. Cuba responde con cierto tono
autoritario: “Yo soy quien toma las decisiones,
pero tendré en cuenta esas recomendaciones.
Ayúdese usted también teniendo paciencia con el
proceso, no se vaya a levantar de la mesa y sea
más comprensivo con mis camaradas de las
FARC, que de eso depende en gran parte la efectividad de mi colaboración”.
Probablemente Colombia y Cuba estén tomando
el rumbo acertado para la consecución de sus objetivos, pero evidentemente falta un largo camino
por recorrer hasta su propia paz, aquella que, más
allá de solucionar las controversias de los conflictos, garantice de manera efectiva el ejercicio y la
protección de los derechos humanos. De este
modo, Colombia continúa soportando el flagelo
del conflicto armado interno que le ha impedido
estar en paz consigo misma por durante más de 50
años, aunque los diferentes gobiernos han propendido por mantener buenas relaciones con los
demás países, aspecto que actualmente está dando
sus frutos tras manifestarse un apoyo masivo de
la comunidad internacional al proceso de paz.
Este apoyo es motivado, entre otras cosas