Identidades Numero 4, Diciembre 2014 | Page 74

cada mujer. Muchos venían en grupos de cinco o seis y sólo a veces había una mujer con ellos. Vi unas pocas parejas que bailaban muy pegados y me provocó gracia ver a la gente retregándose con Stomp, de Kirk Franklin. No se dieron cuenta, pero estaban bailando con una canción sobre alabar a Dios. Con la excepción de esta canción, la mayoría de la música en “La Moña” era hip-hop convencional con un poquito de R&B. No estaban tocando ninguna música experimental o alternativa. Vi a muchos con peinados afro o con trenzas rastas, que no eran un peinado muy popular en Cuba en ese momento. Como con el caso de los afroestadounidenses, las trenzas rastas eran vistas como una expresión cultural de rebelión. No se les consideraba un estilo aceptable en la corriente principal de EE.UU. ni en la cultura afrocubana. En Cuba se les asociaba con turistas de Estados Unidos o con ser jinetero. Rap cubano La mayoría de los cubanos escuchaba rap de EE. UU., a pesar de la barrera lingüística. Aun así emergían algunos grupos de rap cubano como Obsesión, Orishas y Grupo Uno. Este tipo de rap apenas salía en la televisión y la radio. Para oir rap nativo había que viajar hacia el este, a Alamar, donde se daba el festival de rap patrocinado por el Estado, que había tenido éxito al cooptar así el rap cubano. También había rap underground, pero el problema del transporte representaba un reto para poder llegar a los festivales. Un aspecto interesante de la conversación musical entre Cuba y Estados Unidos era que los artistas raperos tomaban ritmos de canciones que producían artistas estadounidenses para revestirlos con letras cubanas. Así se creaba una interesante “colaboración” y que yo sepa no se producía para un mercado público, pero de todas maneras estos ritmos prestados se hicieron populares. Mientras que los raperos estadounidenses tomaban prestado de canciones viejas, con frecuencia clásicas, para entablar una conversación retro con 74 músicos y público pasados, los artistas cubanos no lo hacían de viejos géneros musicales, sino que recurrían a la nueva música de EE.UU. y de este modo se establecía algo así como un nuevo tipo de diálogo. Pareciera que la Conciencia Negra tuvo parte en el nacimiento del movimiento de rap cubano. Sus propios artistas parecen haber estados muy conscientes de su negritud, sin importar su color de piel. Hasta los raperos apoyados y aprobados por el Estado tenían al menos una o dos canciones con referencia explícita a la raza o el color de la piel y hablaban por lo general de la experiencia de ser negro en La Habana. Muchas veces se daba un significado especial en alguna localidad específica, lo cual dio lugar al uso de jerga y términos provenientes de las masas afrocubanas. Esa exploración de negritud y vibrante conciencia negra—cuya existencia muchos negaban—surgió específicamente de y fue expresada por los raperos underground. Estos dos lugares de encuentro con el rap —“La Moña” y los festivales— tenían en común el público, que era principalmente afrocubano. Asistían cubanos blancos y de piel clara, pero cuando comparo este fenómeno con otros eventos, la gente era de tez mucho más oscura. Además, la mayoría de los cubanos suelen asociarse sin distinción de color o clase social: los conserjes y médicos se mezclan más en sus vidas personales como iguales, a diferencia de lo que sucede en Estados Unidos. Las excepciones se encuentran en barrios específicos muy pobres, como El Cerro, donde viven una gran cantidad de afrocubanos en comparación con otras áreas residenciales, como El Vedado, donde hay más cubanos blancos. La gente aún se asocia, pero la composición demográfica de los barrios hace que se vean más cubanos oscuros o más claros según el lugar. Rap y hip-hop cubano hoy En 2014 el rap y hip-hop cubano es un verdadero hecho y ha cobrado identidad propia. Ahora hay una variedad de artistas cubanos de rap y hip-hop que se expresan en todas las formas del género. El hip-hop cubano tiene su propia personalidad y