Identidades Numero 4, Diciembre 2014 | Page 29

ven sino el fruto de viejos rezagos, un capítulo más de la muy antigua saga de nuestros desencuentros por pruritos geográficos. Y creo que verlo así es una simpleza. De la misma manera que es una superficialidad —–muy conveniente para el gobierno— enmarcar las anormales oleadas migratorias de nuestros provincianos dentro de la dinámica común de los países subdesarrollados, hacia cuyas capitales bajan los pobres para mejorar sus vidas, pero sin ocasionar el resquemor, el miedo y aun la enconada aversión que hoy genera entre nosotros. Es tremendamente injusto, triste y dramático que, después de haber sido manejados hasta la debacle por el poder político, habaneros y orientales se vean embarcados en discrepancias sin sentido y en el agravamiento hasta el colmo de choques de conceptos estrechos que tienen ya muy vieja data y que jamás reportaron otra cosa que pérdidas para ambos y desunión para todos. Por supuesto que siempre hubo regionalismo en Cuba y muy en particular la pueril controversia entre habaneros y orientales. Pero nunca antes el contencioso ganó como hoy categoría de dilema nacional. antes el regionalismo fue estimulado generalmente por mezquinos afanes o por divergencias de carácter militar y político, o por liviandades que son propias de la vanidad y el prurito populares, en la actualidad responde a un imperativo de sobrevivencia tanto para provincianos como capitalinos Es una actitud como de náufragos que no caben juntos sobre la única tabla de salvación. Y ojalá que no parezca un tremendismo recordar que circunstancias tales suelen ser caldo de cultivo para el odio y los enfrentamientos fratricidas. A quien requiera una constancia de que este litigio no es un mero capítulo de las disparidades históricas entre habaneros y orientales, le bastará con observar que muchos entre quienes hoy rechazan la avalancha migratoria hacia La Habana son tan orientales ellos mismos como el que acaba de llegar. Entonces, me limito a dejar una pregunta en el aire: El diferendo, ¿es de simple carácter regionalista o por razones mucho más graves? 29