Álvarez pone en evidencia cómo el poder “ya vacío de argumentos y razones, trata de sustentarse,
y en gran medida lo consigue, en el absoluto control de la información para facilitar su política sobre la base de la manipulación, el ocultamiento,
la mentira flagrante y los silencios interesados”.
La brecha digital sitúa a Cuba entre los países más
a la zaga del mundo en este campo y todo indica
que los afrodescendientes están en el último y
más bajo escalón. El autor aborda también las innumerables alternativas independientes que los
cubanos han ideado para romper el monopolio informativo, que no ha logrado destruir el ansia de
búsqueda de nuevas fuentes de conocimiento, a
pesar de la política represiva contra ellas y la falta
de recursos para obtener nuevas tecnologías de
apoyo.
Eleanor Calvo Cárdenas centró su atención en “
La juventud cubana ante los retos de su época”
para exponer los problemas concretos que afectan
a ese importante sector de la población, sometido
a un ideologizante sistema de educación, que se
propone liquidar su participación creativa en todas las esferas de la vida social e impedir que vayan más allá de la pasiva aceptación de la imposibilidad de cambios en un sistema presentado,
contra todas las realidades evidentes, como la
única solución plausible a las tragedias que afectan al país.
La política represiva se ejerce contra todos aquellos que no se amilanan y se lanzan a la búsqueda
de nuevos horizontes para lograr sus aspiraciones
y su necesaria inserción social. Se ha impuesto un
clima de desesperanza y frustración, cuyas consecuencias sociales pueden poner en riesgo el futuro
no solo de los jóvenes, sino también de la nación
como un todo. Afortunadamente es cada vez más
numerosa la representación de las nuevas generaciones entre quienes enfrentan abiertamente los
riesgos y costos que le imponen sus actitudes y
acciones contestatarias. En esa línea de pensamiento se inscribe el trabajo de Guillermo Ordóñez Lizama, “Crisis socioexistencial y desesperanza en Cuba”, referido a la sociedad en su conjunto, con todos sus desequilibrios y aberraciones
políticas, sociales, económicas y culturales de
costosas consecuencias, con mayor incidencia en
la población afrodescendiente, víctima no solo de
desventajas históricas, sino también sometida al
demagógico discurso emancipatorio y la falta de
voluntad política que, en lugar de ofrecer vías de
solución, agrava el problema minuto a minuto.
La participación del Dr. Jorge Duany con su trabajo “Discursos raciales en Cuba” ofreció la posibilidad de analizar esta problemática a partir de
cómo se asume por las elites intelectuales y gobernantes en perspectiva histórica, hasta llegar a
las verdaderas consecuencias del tratamiento del
problema racial en lo 2;