Críticas al sistema penitenciario cubano
clase y género en Cuba y el mundo
Veizant Boloy González
Abogado y periodista
Centro de Información Legal Cubalex
La Habana, Cuba
D
etrás de la buena imagen que el gobierno
cubano quiere mostrar al mundo sobre la
realidad de su sistema penitenciario, se
esconde la alarmante situación en las cárceles y el
estado crítico de sus diferentes recintos en todo
el país.
En abril de 2013, en una supuesta apertura del gobierno, los medios internacionales y nacionales
de comunicación pudieron entrar en las cárceles
cubanas. Para los periodistas, el objetivo de estas
visitas sería obtener información sobre cómo se
encontraban y palpar de primera mano los problemas y abusos que describen las organizaciones de
derechos humanos. Pero ¿qué había detrás de esta
decisión oficial? Tratar de aliviar el desprestigio
internacional alrededor del tema.
Fue así que, guiado por una doctrina ideológica
del siglo pasado, ya en desuso, de manera muy
hábil, el gobierno facilitó la difusión de varios reportajes sobre "las bondades del sistema penitenciario cubano." El gobierno está convencido de
que el tema de las prisiones y sus reclusos se utiliza con frecuencia para lograr eficazmente réditos políticos a nivel internacional y proyectar la
imagen deseada a la comunidad internacional. Y
a unos días de esas visitas Cuba sería objeto del
Examen Periódico Universal (EPU) en el Consejo
de Derechos Humanos.
Los medios informativos oficiales se han dedicado, de manera evidentemente insistente, a ocultar información verdadera en cuestiones relativas
a las prisiones. Sin embargo, el difícil drama existencial, luego de transcurrir un año de aquellas visitas, continúa: irrespeto a los derechos humanos,
inseguridad en las instalaciones, aumento de la
población carcelaria, falta de recursos legales a
disposición de los reclusos, delincuencia interna,
sobrepoblación en los edificios carcelarios, falta
de higiene en los calabozos y violencia desmedida, incluso de recluso a recluso, que se agrava
en gran medida porque la autoridad encargada de
vigilar y salvaguardar la vida y la integridad física
de los presos son los propios reclusos. Los conflictos violentos dentro de las cárceles siguen
siendo temas de principal preocupación para los
organismos internacionales, con el aumento de la
delincuencia principalmente entre los más jóvenes, en su mayoría afrodescendientes. La superpoblación carcelaria provoca hacinamientos.
“El gobierno cubano no ha hecho más que llenar
las cárceles, las personas van a prisión en ocasiones sin proceso alguno”, afirmó Lázaro Marquetti Cao, uno de los reclusos del Combinado del
Este, quien el 19 de abril de 2013 pudo hablar con
la prensa extranjera. Agregó que otro recluso, Michel López Rivas, “de más de 30 años de edad,
cumplía prisión en la penitenciaría de Kilo 9; después de tener una riña con un guardia, donde le
cortó la cara, lo m