Identidades Numero 2, Mayo 2014 | Page 29

Críticas al sistema penitenciario cubano clase y género en Cuba y el mundo Veizant Boloy González Abogado y periodista Centro de Información Legal Cubalex La Habana, Cuba D etrás de la buena imagen que el gobierno cubano quiere mostrar al mundo sobre la realidad de su sistema penitenciario, se esconde la alarmante situación en las cárceles y el estado crítico de sus diferentes recintos en todo el país. En abril de 2013, en una supuesta apertura del gobierno, los medios internacionales y nacionales de comunicación pudieron entrar en las cárceles cubanas. Para los periodistas, el objetivo de estas visitas sería obtener información sobre cómo se encontraban y palpar de primera mano los problemas y abusos que describen las organizaciones de derechos humanos. Pero ¿qué había detrás de esta decisión oficial? Tratar de aliviar el desprestigio internacional alrededor del tema. Fue así que, guiado por una doctrina ideológica del siglo pasado, ya en desuso, de manera muy hábil, el gobierno facilitó la difusión de varios reportajes sobre "las bondades del sistema penitenciario cubano." El gobierno está convencido de que el tema de las prisiones y sus reclusos se utiliza con frecuencia para lograr eficazmente réditos políticos a nivel internacional y proyectar la imagen deseada a la comunidad internacional. Y a unos días de esas visitas Cuba sería objeto del Examen Periódico Universal (EPU) en el Consejo de Derechos Humanos. Los medios informativos oficiales se han dedicado, de manera evidentemente insistente, a ocultar información verdadera en cuestiones relativas a las prisiones. Sin embargo, el difícil drama existencial, luego de transcurrir un año de aquellas visitas, continúa: irrespeto a los derechos humanos, inseguridad en las instalaciones, aumento de la población carcelaria, falta de recursos legales a disposición de los reclusos, delincuencia interna, sobrepoblación en los edificios carcelarios, falta de higiene en los calabozos y violencia desmedida, incluso de recluso a recluso, que se agrava en gran medida porque la autoridad encargada de vigilar y salvaguardar la vida y la integridad física de los presos son los propios reclusos. Los conflictos violentos dentro de las cárceles siguen siendo temas de principal preocupación para los organismos internacionales, con el aumento de la delincuencia principalmente entre los más jóvenes, en su mayoría afrodescendientes. La superpoblación carcelaria provoca hacinamientos. “El gobierno cubano no ha hecho más que llenar las cárceles, las personas van a prisión en ocasiones sin proceso alguno”, afirmó Lázaro Marquetti Cao, uno de los reclusos del Combinado del Este, quien el 19 de abril de 2013 pudo hablar con la prensa extranjera. Agregó que otro recluso, Michel López Rivas, “de más de 30 años de edad, cumplía prisión en la penitenciaría de Kilo 9; después de tener una riña con un guardia, donde le cortó la cara, lo m