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para ello con dos agendas, ahora en forma
de anteproyectos de reforma al sistema
electoral: una Agenda Mínima y una Agenda
Máxima.
Agenda Mínima y Violencia Cero
La Agenda Mínima propone una serie de
reformas minimalistas al sistema electoral,
utilizando también los espacios asociacionistas que permiten las leyes actuales con el
propósito de abrir y legitimar el juego frente
a la sociedad. La agenda mínima enriquecida debe convertirse en el Proyecto Mínimo
de #Otro18 para la reforma del Sistema
Electoral. Dos procesos correrán paralelos a
la deliberación ciudadana. La encuesta
deliberativa, cuyo contenido habría que
elaborar, y la recogida de firmas, como parte
del proceso escalonado de consulta ciudadana, a través de Urna Transparente y con el
fin de fortalecer la identidad con #Otro18 y
buscar apoyo legítimo y legalizado a las
garantías universales establecidas para todos
los sistemas electorales plurales y competitivos, así como a las propuestas del Proyecto
Mínimo. El propósito fundamental es que la
próxima ley electoral garantice tres demandas básicas: la pluralidad de la sociedad
política cubana, la competitividad del sistema político y la elección directa del presidente de la República. #Otro18 apuesta por
la formación y la preparación de candidatos
independientes: Candidatos #Otro18 (ya
contamos con 130) a las próximas eleccio-

nes municipales y provinciales de 2017 y
2108. En la estrategia de #Otro18 es importante trabajar en el nivel de presentación de
candidaturas independientes en las elecciones con tres puntos básicos en sus programas: una agenda local, una agenda estructural (Proyecto Mínimo de #Otro18) y una
agenda política mínima a ser presentada e
introducida por la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD). #Otro18 entiende, por otra parte, que sin movilización
ciudadana no se logrará el apoyo necesario
si queremos hacer la diferencia. Esta estrategia se completa de dos maneras: colocando
la Agenda Mínima como parte del programa
mínimo de MUAD y movilizando en torno a
#Otro18 proyectos y organizaciones que
trabajan los ámbitos y temas de los sectores
sociales cultural e históricamente marginalizados. En el contexto cubano resulta fundamental y necesario desplegar una estrategia
y una campaña agregadas contra la violencia. En un espacio de apertura crítica a la
pluralidad política se exige un trabajo específico con los temas de violencia para afrontar los desafíos estatales y paraestatales que
provienen de una visión, concepción y
practica de hegemonías cerradas. En tal
sentido retomaremos escalonadamente el
proyecto Violencia Cero promovido por
diversos grupos, fundamentalmente de
mujeres,.en.la.sociedad.civil.

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