IDENTIDADES 1 ESPAÑOL IDENTIDADES 7 ESPAÑOL | Page 75

Tenemos todos la obligación de saber cómo defender nuestros derechos, exigir leyes que nos protejan y ayuden a aliviar nuestras dolencias, así como a sanar las heridas emocionales con que se lacera cada día más este mundo dividido y ciego, que no entiende que no somos extraterrestres ni contagiosos, sino simplemente de cierto color o preferencia sexual. Por ello nadie puede sentirse con derecho a maltratarnos o repudiarnos, ya que somos seres humanos que vivimos en y aportamos a nuestra sociedad, cuando nos dejan. Con solo pensar en la violencia nos enmarcamos en algo desastroso. Ni qué decir si a diario sufrimos diferentes tipos de violencia. La violencia de género es un mecanismo de la sociedad patriarcal para mantener el poder masculino. La cultura patriarcal o machista se expresa a través de normas sociales y culturales que, afianzadas por la tradición, intentan garantizar ese poder masculino. La violencia intrafamiliar se extiende por todas sus ramas. Además de predominar la violencia psicológica y emocional, encaramos las violaciones no conyugales. El homosexual y el afro descendiente sufren hoy en día la violencia simbólica, que se da de la mejor manera —y hasta nosotros la aceptamos—en las referencias a imágenes y textos sexistas, en la de las voces y incivilización problemáticas que sufrimos tanto en los medios de comunicación como en la industria del ocio y entretenimiento. Así mismo sufrimos la violencia estructural, con las barreras intangibles que impiden el acceso a derechos básicos que nada tienen que ver ni con el color de la piel ni con la orientación sexual. Pudiéramos agregar la violencia física común y cotidiana muy presente las comunidades afro descendiente y LGBTI. Son las imposiciones a la fuerza y la intimidación que causan daños y consecuencias devastadoras que llegan a la discapacidad e incluso a muerte. Los medios de comunicación masiva debían visibilizar y analizar de manera abierta estos temas. Las comunidades tanto LGBTI como afro descendiente queremos y necesitamos sentirnos aceptados por lo que somos y cómo nos comportamos, para no vernos y sentirnos como el último eslabón de la cadena social. 75