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Las causas
¿Por qué? Ante todo influyen mucho los
bajos salarios de los trabajadores, quienes a
menudo trabajan más de 10 horas y
generalmente en condiciones que distan de
ser normales. Como todo nace de lo
económico, las herramientas de trabajo no
son adecuadas y así y todo escasean.
Imaginen pintar un edificio de tres plantas
con una brocha de 3 pulgadas de ancho; si
no es casi imposible, es al menos
inhumano. También influye mucho que, a
pesar de que la mayoría de los materiales
fundamentales para la ejecución de
cualquier obra se producen en Cuba,
muchas veces están en falta o se atrasa su
entrega a las obras. Como consecuencia no
se puedan cumplir a tiempo los planes de
producción. Cada año se recorta el
presupuesto a las empresas inversionistas
que se encargan de contratar a las empresas
constructoras de vivienda y así dejan de
ejecutarse innumerables reparaciones y
otras acciones constructivas, con el
propósito de que el valor de la obra no
sobrepase el presupuesto asignado y sin
tener en cuenta la complejidad de la
ejecución. Otra cosa que influye en el
deterioro progresivo de la mayoría de las
edificaciones son las prioridades de
reparación. Al menos en los municipios no
se fijan de acuerdo con el nivel de deterioro
presente, sino conforme a las propuestas de
los delegados de circunscripción, como si
estos fueran ingenieros o arquitectos. Si
amigo de él o ella y tienes suerte, puede ser
que tu vivienda o edificio se repare por
delante de otras. Además, el Partido y el
gobierno ejercen mucha presión sobre los
directores de las empresas constructoras
para cumplir con las fechas de terminación
de las obras, pero al solo de que sus
informes queden más bonitos. A la postre,
el apuro por terminar afecta a los pobres
vecinos y propietarios que se quedan con
unas viviendas que son verdaderos
despojos.
Repaso histórico
Al triunfar la Revolución se heredaron las
construcciones de la etapa capitalista, las
cuales todavía se mantienen en pie, pero
seguidamente se construyó mal y se perdió
la costumbre de dar mantenimientos, los
cuales son fundamentales para el buen
estado de conservación de las obras.
Infanta y San Martín
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