Quedó abierta para nosotros la posibilidad de ser invitados a otra presentación de Identidades y así fue, esta vez con un grupo más reducido de personas, pero igual de receptivas. Estuve solo, sin la compañía del Nene( 9 mm), y Manos tocando el braille fue la poesía a interpretar. Son unos versos de mi autoría sobre la clásica problemática de pareja que a todos nos toca, en algún momento de la vida, sin importar preferencias. El intercambio fue nuevamente una experiencia motivadora por la posibilidad de compartir ideas con otros creadores y activistas de derechos
humanos en ambiente deliberativo, inclusivo y abierto a todo tipo de criterios. Eso es algo poco común para muchos artistas, incluso si hacen su trabajo desde la independencia y fuera del control de las instituciones culturales. Solo me queda desear la permanencia de estos encuentros y que crezca mucho más la interacción de los organizadores y facilitadores de Identidades con otros simpatizantes de este tipo de trabajo. Espacios culturales como este son necesarios para el desarrollo de canales alternativos que ayuden a potenciar verdaderos espacios de identidad.
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