EN DEFENSA DE UN DIVORCIO
En estos días la imagen indiferencia y necesidad; con el
femenina de Bolivia se me hizo
más clara. Escuchando a Silvia
Rivera y leyendo a Galindo
(entre otros) refuerzo mi
percepción de que hay un rastro tiempo Bolivia fue perdiendo
independencia y aquella sonrisa
radiante de sus primeros años
dio paso a un rostro cansado.
Bolivia tenía la esperanza de
violento y misógino en este
proceso sociopolítico que
puede ejemplificarse con la
vivencia de mujeres abusadas
cada día. que el amor y dedicación del
principio volvieran, soñando
despierta y mirando a otro lado
ante los signos de engaño. Para
algunas cosas no hay vuelta
Evo Morales fue el gran amor de
Bolivia, de esos que consumen
hasta la raíz, y como era lógico,
Bolivia se casó con Evo hace
más o menos una década. Por atrás y de pronto la indiferencia
se volvió maltrato mientras la
dependencia se afianzó; pues a
pesar de todo Bolivia no se
sentía capaz de abandonar a su
mucho tiempo la gente pensó
que eran la pareja perfecta,
había amor y entendimiento,
tuvieron wawas y Evo había
logrado lo imposible: brindar marido y siguió esperando que
el amor volviera a su hogar.
Sucedió un día que Evo la
golpeó con tanta dureza que
Bolivia, con todo el dolor de su
estabilidad y felicidad a la
conflictiva Bolivia. Pero lo bueno
dura poco y como el verano se
convierte en otoño así también
el amor se convirtió en corazón, decidió separarse de
él, porque en ese golpe la
esperanza de volver al amor
perdido había muerto por
completo. Sin embargo estuvo