diversas observé que su relación
c o n s i g o m i s m a s y c o n e l
“otro” (humano y natural), no
parte de ninguna de estas
situaciones externas (sexo, edad,
cultura, educación). Por ejemplo,
hay personas mayores, de zonas
r u r a l e s y s i n e d u c a c i ó n
académica, cuya concepción de
la existencia y empatía con otros
seres vivos es mayor que la de
otras personas en su mismo
contexto o la de personas con
mayor acceso a educación. Y
viceversa, existen jóvenes de
gran capacidad de análisis de la
realidad externa e interna mayor
que la de muchos ancianos.
No en todos se ve este tipo de
consciencia, pero la persona
consciente puede provenir de
cualquier parte. En todos los
casos los cuestionamientos no se
construyeron, en cambio se
manifestaron desde la infancia,
preguntas como ¿por qué el cielo
es azul? surgen a edades muy
tempra nas . Lo s elementos
externos, como la familia, la
escuela o el bagaje cultural, no
son capaces de explicar cómo
estas dudas y/o actitudes
a p a r e c e n e n p e rs o n a s d e
orígenes tan dispares. Entonces
¿podría ser qué es el alma que se
manifiesta? Dejo abierta la
pregunta, la existencia del alma
es aún incierta, por lo que
nuestra tarea es seguir buscando
c o n e l ú n i c o m e d i o q u e
disponemos: las sombras de la
caverna. todos los casos los
c u e s t i o n a m i e n t o s n o s e
construyeron, en cambio se
manifestaron desde la infancia,
preguntas como ¿por qué el cielo
es azul? surgen a edades muy
tem p ra n a s . Lo s elem entos
externos, como la familia, la
escuela o el bagaje cultural, no
son capaces de explicar cómo
estas dudas y/o actitudes
a p a r e c e n e n p e rs o n a s d e
orígenes tan dispares. Entonces
¿podría ser qué es el alma que se
manifiesta? Dejo abierta la
pregunta, la existencia del alma
es aún incierta, por lo que
nuestra tarea es seguir buscando
c o n e l ú n i c o m e d i o q u e
disponemos: las sombras de la
caverna.