PROPUESTA EDUCATIVA LASALLISTA
conceptuales, metodológicos y éticos. En este sentido, adoptamos un modelo de
evaluación por competencias y capacidades cuyas principales características se
pueden resumir en los siguientes puntos:
Holística : Por su carácter globalizador, toma en cuenta el saber conocer, saber
hacer, el saber ser, el saber convivir, el saber creer y vivir con sentido
trascendente.
Formativa : Por su carácter orientador, perfecciona y enriquece tanto el proceso
como el resultado de la acción educativa.
Cualitativa y cuantitativa : Se centra en la calidad de las prácticas, describe,
explica e interpreta procesos. Se expresa con descripciones literales y numéricas
sin descuidar su función formativa.
Continua : Se da a lo largo de todo el proceso.
Integral e individualizada : Integra todos los elementos del proceso: áreas,
capacidades, etc. Considera las características particulares de cada alumno.
Diversificada y flexible : Parte de la realidad específica de cada alumno, de su
grupo y entorno social.
Objetiva : Se ajusta a los hechos con la mayor precisión posible.
Participativa y motivador a: Se practica la auto-evaluación, co-evaluación y
hetero-evaluación.
Diferencial : Precisa el grado de avance y el nivel de logro de cada estudiante.
Científica : Por su rigor y objetividad.
Por otro lado, la evaluación acompaña todo el proceso de enseñanza aprendizaje
bajo dos modalidades:
Evaluación no-formal : Es aquella evaluación continua y formativa que se realiza
durante la clase o en cualquier situación de aprendizaje, aunque el docente no se
lo proponga en forma explícita (auto evaluación, co-evaluación, preguntas,
gestos, miradas). Cumple la función de retroalimentación, reforzamiento y
autoconciencia.
Evaluación Formal : Es aquella que es programada de manera intencional,
independiente del instrumento que se utiliza. Proporciona información que
retroalimenta, refuerza para tomar decisiones y se refleja en una calificación. Este
modelo de evaluación toma en cuenta los contenidos de aprendizaje, las
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