IDEARIO DE LA EDUCACIÓN LASALLISTA PERUANA
pormenorizados de cada uno de sus estudiantes y a idear métodos educativos que
respondan a los diferentes ritmos de aprendizaje. No se trata de una educación
individualista pues esta mirada diferenciada se articula con el sentido social que
se trató en el rasgo anterior.
La otra cara de la diversidad está en las demandas sociales. La educación lasallista
es una respuesta a una lectura socio crítica de la realidad. En algunos contextos el
énfasis puede ser productivo, si los estudiantes requieren dominar un oficio; en
otros el énfasis será humanístico o científico; siempre en relación con la realidad.
Con ello la educación lasallista rompe el modelo clásico de una escuela única y se
ocupa de atender demandas reales como el uso y dominio del francés o las
escuelas de oficios, de modo que los estudiantes puedan integrarse en el mundo
laboral y desenvolverse con solvencia en la sociedad. Esta apertura a la realidad
dinamiza la propuesta educativa que siempre tendrá que leer los signos de los
tiempos y preguntarse cuánto este modelo responde a estas demandas.
Estos rasgos generales comprometen hoy a la educación lasallista peruana y pueden
ser leídos, complementando lo ya propuesto, como nuevos desafíos: el de una
educación cristiana con realismo y sentido social, una educación que marque,
acompañe y dé sentido a toda la vida, una educación que sea buena y de calidad y
que atienda a la diversidad de alumnos en función de su perfil y a las necesidades de
cada región.
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