I D E A E S C R I TA
#18
Las puertas del
infierno y el
pensador
Mentiras, obsesiones, maldiciones, ¡pala y pico!
Corriendo juntos por la puerta grande, ¡enterrado!
Demonios, tretas, infiernos, acciones, sin perdón,
¡dejando una habitación en blanco, sin destino!
Cometa que arrasa todo a su paso, dejando culpas,
como estela brillante, que lleva destrucción,
estela que arroja hilarantes promesas y mentiras,
¡sonrisa y burla por las consecuentes ironías!
Tres sombras amistosas que gritan: “¡detente!”
Mil demonios que gritan: ¡tonta, abre la puerta!
“¡Déjanos salir, te vamos a ayudar!”, ¡y mienten!
Sólo quieren escapar, ¡del infierno y de mí!
Demonios y legiones escapan al abrir, sin ver atrás,
sólo Katerva y Anabrio se quedan para opinar,
malicia de un enano con hedor a carne podrida,
Katerva del verbo dotado, ¡la maldad que alivia!
Luciano distanciado por el consejo de hermanos,
oídos abiertos a malos consejos, ¡hoy clausurados!
¡Temprano los susurros, tarde los ojos abiertos!
Quiero correr en sentidos contrarios, ¿cuál sentido?
Un pensador que mudo me mira, desde la cima,
¡un consejo me quiere dar!, pero guarda silencio,
no sabe aconsejar, ¡consejos que él mismo declinó!
Hoy lamenta el beso que perdió, ¿él lo permitió?
Oculto detrás de un orgullo sin valor, ¡por cobardía!
Pago la culpa y guardo silencio, como castigo mudo,
ahora sin voz para dar consejos, ¡sólo traga palabras!