Hasta ahora, para eliminar la peligrosidad que acumulan los envases plásticos que han contenido sustancias y mezclas peligrosas, se emplea el método del triple lavado y secado. Se trata de un tratamiento que supone el empleo de grandes cantidades de agua, detergentes y energía, así como la generación de aguas residuales que deben recibir un tratamiento específico de depuración. Tras este proceso de descontaminación, el plástico se procesa habitualmente mediante extrusión, y da lugar a un material reciclado para aplicaciones de escaso valor añadido debido a que este tratamiento afecta a sus prestaciones.
El proyecto LIFE EXTRUCLEAN ha desarrollado un proceso de descontaminación mediante el empleo de sc-CO2 (dióxido de carbono supercrítico) en el proceso de extrusión. La empresa ACTECO, en colaboración con AIMPLAS, ha simplificado los procesos de lavado y secado actuales previos al proceso de extrusión mediante la implementación de la nueva tecnología, con el consiguiente ahorro energético y de recursos. La empresa ENPLAST ha obtenido diferentes formatos de envases con el nuevo material reciclado y, junto con AIDIMME, ha realizado la validación de los mismos para las aplicaciones finales. Por otro lado, ARVET ha coordinado las actividades de difusión previstas durante la duración del proyecto.
Tecnología sostenible y eficiente
Además de tratarse de una tecnología limpia por reducir el uso de sustancias químicas, agua y energía, así como la generación de aguas residuales, el nuevo sistema permite mejorar la calidad del material reciclado, lo que permite ampliar el ámbito de aplicaciones actuales a otras de mayor valor añadido, por ejemplo la fabricación de nuevos envases para sustancias y mezclas peligrosas que serán homologados. El nuevo material reciclado, tiene otras potenciales aplicaciones debido a sus mejores prestaciones mecánicas y organolépticas que el reciclado convencional.