La planta de Jundiz logra transformar los residuos de envases en combustible
La Planta de Clasificación y Separación de Envases de Jundiz, propiedad de la Diputación Foral de Álava, se ha convertido en la primera planta de la Comunidad Autónoma Vasca en lograr transformar los envases en combustible.
El diputado general de Álava, Ramiro González, ha anunciado este nuevo logro de la planta, en la visita a las instalaciones forales en las que ha conocido in situ el complejo proceso de separación y clasificación de los envases que deposita la ciudadanía alavesa en los contenedores amarillos.
Tras una inversión de 428.747 euros y la implantación de la novedosa tecnología -puntera a nivel estatal- para obtención de combustible, la planta foral mejora así su eficiencia energética y se convierte en un “referente en ingeniería sostenible”, tal y como ha señalado esta mañana González. En concreto, la planta ha instalado una superficie de suelo radiante que permite el secado de los residuos que antes no podían ser reciclados. Posteriormente, ese material sufre un proceso de triturado y compactado con maquinaria especializada.
El diputado general ha anunciado también la intención de la Diputación Foral de poner en marcha una nueva aula didáctica en las propias instalaciones de Jundiz, a las que –a partir del próximo curso- acudirán los escolares alaveses. Todo ello con el objetivo de “mejorar la sensibilización y sembrar conciencia medioambiental con un tema tan fundamental para nuestro bienestar y nuestro futuro como es la reducción de los residuos”.
González ha aprovechado también para felicitar a la ciudadanía alavesa que, en el año 2015, permitió que se reciclara un total de 3.193 toneladas de envases (latas, tetra-briks, bolsas de plástico, botellas de plástico o aluminio, entre otros). No obstante, sólo el 68% del material depositado en el contenedor amarillo eran envases.